Los orígenes del crack con Carlos Salvador Bilardo

César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo Representan estilos de fútbol irreconciliables. Periodistas, futbolistas, entrenadores y aficionados se congregaron detrás del menottismo y el bilardismo. Ambos, ahora octogenarios, han estado distanciados para siempre durante casi cuatro décadas. Se enfrentaron en una cancha en muy pocas ocasiones, pero se pelearon en los medios mil veces. Este duelo argentino, la gran grieta del fútbol, ​​incluso fue tratado en un libro que se publicó en 2020.

Él Nariz Es unos meses mayor que Flaco. Nació el 16 de marzo de 1938 en La Paternal, se inició en San Lorenzo, pasó por Español y se consagró en Estudiantes. Entrenó junto a Osvaldo Zubeldía. En 1971 inició el primero de sus cinco ciclos en el Pincha. En 1983, tras salir campeón con Estudiantes, asumió la dirección técnica de la Selección y fue campeón del mundo en México 86.

Menotti nació en Rosario el 22 de octubre de 1938, aunque recién fue registrado el 5 de noviembre. Fue titular en Central y en el país también jugó en Racing y Boca. Entrenó junto al Gitano Miguel Antonio Juárez. En 1971 trabajó solo en Newell’s. En 1973 fue campeón con Huracán y al año siguiente fue designado entrenador de la Selección y fue campeón del mundo en Argentina 78.

En aquellos duros y difíciles años 70, en plena dictadura militar, los dos entrenadores cenaban juntos y charlaban un buen rato sobre fútbol. La charla es revelada por el libro. “Bilardo-Menotti, la verdadera historia”escrito por periodistas Nicolás Cayetano Cajg y Néstor López. El hombre clave de ese partido fue Roberto Saporiti. La cumbre del 29 de octubre de 1976 tuvo lugar en su casa, hace casi 48 años.

Bilardo y Menotti, juntos en 1976.

Saporiti dice que, en tono cordial, cada uno expresó sus ideas futbolísticas. “Hay que tener el balón para dominar el juego. Para ello es necesario que el equipo sea móvil. Cuando un futbolista tiene el balón en los pies, sus compañeros deben moverse con inteligencia para darle opciones de pase.él expandió Flaco.

“Creo que lo importante es recuperar el balón y atacar de inmediato. No perder el tiempo. Si defiendo bien, aseguro el cero en mi portería y aprovecho las ocasiones que tengo para marcar gol, estoy haciendo las cosas bien”.él replicó Doctor.

En la apasionada defensa de sus argumentos, el imperdible libro de 269 páginas destaca un concepto que siempre los ha diferenciado. “¿Qué me importa si el juego es más feo o más bonito? ¿A quién le importa? “Lo que quiero es ganar”-exclamó Bilardo-. “Todos queremos ganar, pero a mí sí me importa la forma”Menotti lo dejó claro.

Se despidieron con la promesa de un nuevo encuentro a las cuatro de la mañana del sábado 30 de octubre, día en que Diego Maradona, que había debutado en Primera División 10 días antes, cumplía 16 años.

Hubo un segundo encuentro, en Barcelona, ​​cuando Menotti ya era entrenador del conjunto culé y Bilardo, técnico de la selección. Conversaron durante más de dos horas en la habitación del Flaco en el hotel Arenas de la ciudad catalana y prometieron que nada de lo que hablaran allí trascendería.

Bilardo Menotti. La verdadera historia, el libro escrito por Cayetano y Néstor López.

A pesar de que él Narizpor su convivencia durante todo el viaje con el periodista José Luis Barrio, de la revista el graficoalgunas cosas que contó.

En la búsqueda por encontrar cuándo comenzó la ruptura entre ambos entrenadores, el libro marca como punto de inflexión una nota que apareció en Clarín el 4 de julio de 1983, firmado por Héctor Hugo CardozoDías después de una derrota de un equipo ante el Valladolid.

“Me sorprendió lo que pasó con la Selección que fue a Toulon. Bilardo declaró que conoció a los jugadores en el avión y eso está dando una ventaja tremenda”Dijo Menotti. Y enfatizó: “Estas concesiones no deberían otorgarse”.

Bilardo se enfureció y, un par de días después, dijo: ““No me gusta que los entrenadores ni los jugadores den su opinión sobre mi trabajo”.. Y luego disparó con munición gruesa directamente a la humanidad del Flaco: “¿Cómo dicen ahora que la derrota ante el Valladolid supone perder prestigio? ¿Qué prestigio? Y además, no entiendo a quienes se dicen hombres de izquierda y abrazan a los militares”..

Desde entonces, los ataques han aumentado.. De un lado y del otro. No había vuelta atrás. Y detrás de esa pelea entre los técnicos campeones del mundo, miles de discusiones entre quienes se consideraban menottistas y bilardistas.

Como técnico, la última vez que se enfrentaron en una cancha fue en la fecha 10 del Apertura 96. Fue en un clásico entre Boca e Independiente en La Bombonera que el club de Avellaneda ganó 1-0 con gol de Panchito Guerrero. La semana anterior, el periódico deportivo Viejo Dedicó varias portadas al choque e incluso armó un árbol genealógico de entrenadores a partir de las dos figuras.

El único cruce como DT en un Boca-Independiente de 1996. Foto: El Gráfico

Desde Europa, el programa Fiebre Maldini Envió a todo un equipo a cubrir el duelo. Hablaron los dos, que no se hablaban.

“Nunca nos vamos a reconciliar. Pasaron cosas muy feas, como críticas que no se deberían hacer. Si me tiende la mano en el campo el domingo no se la daré, porque han pasado cosas muy graves”.dijo Bilardo.

“Nos es imposible saludarnos. Voy a decir lo que alguna vez dijo Sábato: ‘Hay cosas que no se discuten, se castigan’ y cada uno castiga como cree”.Dijo Menotti.

Así quedaron los dos en sus últimas apariciones públicas. Bilardo desde mediados de 2018, cuando fue operado tras ser diagnosticado con hidrocefalia crónica del adulto (síndrome de Hakim-Adams). Menotti estaba más activo e incluso había concedido una entrevista a radio Splendid el 14 de marzo, pero no pudo superar la severa anemia. Más de 40 años después, algunos discípulos, y no tantos, mantienen esas visiones futbolísticas que dividieron aguas en el fútbol argentino.

 
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