La colombiana proviene de una familia emprendedora del sector farmacéutico, esto le permitió involucrarse en el trabajo de una empresa y tener ventaja en la creación de la suya propia.
Aunque adquirió experiencia de sus padres empresarios, asegura que a veces la experiencia no es suficiente, por eso estudió un MBA (Maestría en Administración de Empresas) en Malasia; Para entonces y con el propósito de cumplir con su proyecto educativo, comenzó a trabajar en Singapur inicialmente para Kiwi Bot, levantando capital.
“En este trabajo conocí a Diego Varela, quien hoy es mi cofundador en Ambana. Nos cruzamos mucho en temas de capital, modelos financieros y gestión de equipos. Entonces dijimos, mira, si podemos trabajar desde lejos y tener una visión similar, lo haremos”.
Iniciar Ambana, dice la payanesa, no fue tan difícil como sacarlo adelante. “Tuvimos mucha preparación y mucha suerte para entrar casi de inmediato a TechStars, una aceleradora en Estados Unidos que es muy selectiva. Pensaron que el equipo era muy bueno y una buena idea”.
Esto les permitió a Diego y Laura tener no sólo el capital, sino la tranquilidad para su modelo de negocio. Sin embargo, cuando empezaron a profundizar en la parte legal, las finanzas, la gestión de los recursos de los clientes y la tecnología, no fue tan fácil.
“El arranque fue suave” –reitera- “fue entre suerte y mucha preparación, pero mantenerlo y hacerlo crecer creo que ha sido, obviamente, el mayor desafío en el día a día”.
No es un banco, pero Ambana financia construcción en colombiana
Ambana es una startup de base tecnológica que se dedica a financiar proyectos de construcción. Su principal objetivo es transformar la industria de la construcción, empezando por sus finanzas.
La empresa brinda una alternativa ágil y transparente para el financiamiento de constructores, permitiendo a los inversionistas participar en proyectos de construcción con montos flexibles.
La plataforma facilita la conexión entre constructores que necesitan financiamiento y personas interesadas en invertir en proyectos de construcción. Además, sus cofundadores se esfuerzan por seleccionar cuidadosamente los proyectos y mitigar los riesgos asociados, ofreciendo ganancias proporcionales a la inversión de los participantes. Con un enfoque en tecnología e innovación financiera, la empresa busca revolucionar la forma en que se financian y ejecutan proyectos de construcción en Colombia.
¿Cómo asegura Ambana la inversión?
Laura explica que toman todas las medidas para elegir los mejores proyectos de construcción, para que quienes inviertan idealmente no pierdan su dinero.
«Ambana no gana dinero si el cliente no gana dinero, eso es clave. Negociamos un tipo de interés con el constructor. Cuando nos paga, tomamos una parte de los honorarios y ofrecemos el resto a nuestros inversores o clientes finales. Es clave no elegir una construcción que fracase, porque perderíamos todo el dinero invertido en marketing, el tiempo de nuestro equipo y nuestra reputación”, afirma.
Pero ¿qué hace que los constructores elijan Ambana y no un banco?
La joven dice que “la agilidad y la transparencia son claves” en un proceso de financiación. Por ello diferencia su empresa de un banco, además de no pretender competir con estas entidades financieras.
“No nos llevó más de una semana y media responder a un constructor. Revisamos la documentación y te damos una respuesta personalizada. En los bancos el proceso puede demorar entre 6 y 8 semanas, lo que genera mucha incertidumbre y afecta financieramente a los constructores. Incluso trabajamos con proyectos que ya cuentan con financiación bancaria. “No estamos compitiendo, simplemente estamos en diferentes etapas del proyecto”.
¿Cuáles son los beneficios para los inversores o el usuario final?
Los usuarios podrán invertir desde un millón de pesos; En la plataforma hay una calculadora que ayuda a simular devoluciones e impuestos. “Las tasas de ganancia en el proyecto actual, con Macca Desarrollo Inmobiliario y Odensa en Medellín para un desarrollo hotelero, oscilan entre el 14% y el 16%. Estas tarifas son atractivas y ya hemos eliminado los costos y gastos de Ambana, por lo que podemos ofrecer al inversor final el mejor trato”.
Finalmente, Laura habla de sus sueños mientras Ambana, desde que se creó en 2022, su meta es financiar 10 millones de dólares en el corto plazo en Colombia. Asimismo, su objetivo es que la startup sea más ágil y rápida a la hora de realizar los desembolsos a las constructoras.
“Hoy estamos trabajando en ello con entidades bancarias que nos pueden ayudar a agilizar los préstamos. Entonces, esa es la visión más inmediata. Queremos desarrollar algunas herramientas y lo estamos haciendo en beneficio del constructor; Entonces queremos contribuir en este segmento, porque hemos descubierto que nos envían modelos que necesitan muchos ajustes y creemos que podemos contribuir”.
Imagen: Cortesía de Laura
Nota tomada de: https://www.enter.co/
