Cuando el panorama parecía cada vez más sombrío y las dinámicas virtuosas de acumulación de reservas, reducción de la brecha cambiaria, superávit financiero y mercados en alza amenazaban con un cambio abrupto de expectativas, el Gobierno logró recuperar oxígeno en cantidad esta semana. Aunque la nota central y sine que non Para revertir el mal clima fue la aprobación el miércoles de la Ley de Bases, lo cierto es que las buenas noticias comenzaron antes y continúan después. Por ejemplo, a última hora del martes, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el fin de la licuadora -“la era de los tipos negativos terminó hoy”, dijo- horas después de confirmar resultados exitosos en la licitación del Tesoro en la que, por enésima tiempo, buscó captar los pesos colocados en deuda del Banco Central para sanear su balance.
Fue la primera señal oficial concreta de reconocimiento del fin de un ciclo económicoque el mercado ya había anticipado con su malestar, y el advenimiento de una nueva fase, sobre la cual existe optimismo entre los agentes económicos.
En el medio quedaron cabos sueltos, como los vencimientos por USD 5.000 millones del swap con China que se renovaron y cuyo anuncio se produjo en el marco del debate en el Senado. La aprobación de las metas por parte del FMI, que liberó puntualmente los 800 millones de dólares tras la sanción de los senadores y la cifra de inflación que se esperaba baja pero incluso inferior a las expectativas, acabó encaminando el giro hacia una situación algo más clara. Con todo, Milei no sólo no tiene un cheque en blanco sino que la confianza de los inversionistas aún no ha recuperado los niveles máximos alcanzados durante su administración. Los inversores quieren ver, el Gobierno todavía tiene mucho que demostrar.
Eso es, al menos, lo que estarían indicando los precios registrados por los activos argentinos en las últimas ruedas. “La reacción del mercado fue en general positiva, en particular para los bonos en dólares, las acciones y la brecha.. Pero la euforia no fue excesiva”, anticiparon en Consultatio, donde aclararon que los títulos todavía estaban 7,9% por debajo de los máximos de abril y la brecha prácticamente se duplicó a partir de ese momento, aunque las acciones locales sí tuvieron una mejora de casi 5% en dólares. “Lo que se desprende de esta reacción del mercado es que, a riesgo de simplificar, los precios dicen que las perspectivas del sector privado mejoran, que el beneficio para la solvencia del sector público aún no está del todo claro y que Haber pospuesto la salida del cepo y profundizar la estrategia de licuación no salió gratis”, dijeron los analistas de la consultora.
Desde fuera, la visión de los grandes bancos de Wall Street se centra más en el panorama general que en los detalles. En ese sentido, tras la recomendación de compra de varias entidades en sus informes a sus clientes inmediatamente después de la aprobación de la ley, como el de BofA o Bradesco, Morgan Stanley también celebró el evento y tituló “Volver sobre la pista(Redirigido) su análisis de los acontecimientos en Argentina. “La aprobación de la ley ómnibus en el Senado y, por tanto, la muy probable aprobación en la Cámara Baja, debería revertir las pérdidas recientes y devolver algo de impulso positivo a la economía”, dijo una de las casas de inversión más influyentes de Estados Unidos. El banco también enumeró los factores a tener en cuenta a partir de ahora, entre los que destacan los proyectos que, advirtió, aumentan el gasto público en jubilaciones, en referencia al proyecto que Diputados aprobó con una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, y también en educación, por la iniciativa en discusión para garantizar el financiamiento universitario.
