Juan José González, peluquero de 67 años, fue encontrado muerto a mediados de noviembre. en su departamento de calle Corrientes 5225, Villa Crespo.
La causa de la muerte se desconocía desde hace dos semanas: El cuerpo, atado de pies y manos, se encontraba en avanzado estado de descomposición, sin lesiones visibles. A finales de ese mes, la Fiscalía N° 16, a cargo de Mónica Cuñarro, recibió el informe de la autopsia del Cuerpo Médico Forense: González murió asfixiado, asesinado con un ovillo de tela en la garganta. La fecha de la muerte fue establecida por los peritos forenses entre el 3 y el 8 de noviembre. Es decir, pasaron diez días antes de que la Policía de la Ciudad llegara al lugar. El cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Una hipótesis inicial indicaba que un cliente de su peluquería lo habría matado. Precisamente, Fue un cliente el que alertó sobre la muerte de González. La investigación se inició cuando la mujer se presentó en la Comisaría Vecinal 15 B de la Policía de la Ciudad para denunciar que llevaba dos semanas sin poder contactar con González. El denunciante proporcionó la dirección de la víctima.
Así, la Policía de la Ciudad acudió al lugar: la puerta del apartamento no había sido forzada e incluso estaba cerrada con llave. Sin embargo, el lugar estaba visiblemente perturbado.
Hoy martes se cierra la historia. Luego de una ardua investigación realizada por el fiscal Cuñarro bajo la firma del Juzgado N° 37, en la que participó la División de Investigaciones Comunales de la Comuna 15, la fuerza bonaerense capturó a quien el fiscal identificó como el principal sospechoso: Se trata de Oscar David Espínola, no cliente de González, pero sí su socio, 46 años menor que él. Los agentes lo capturaron en la esquina de Santa Fe y Juan B. Justo. Había regresado de la zona de Derqui, donde iba y venía.
Espínola, según cree el fiscal, habría matado al peluquero para robarle:
“El acusado, que tenía una relación sentimental con la víctima, entró a la casa y después de atarlo – por un lado le ató las muñecas con un pañuelo, luego le ató las manos con una sábana, se la puso alrededor del cuello y ató él. un pie y lo amordazó con la misma sábana, dejándolo tendido en una cama, y luego buscar en todo el departamento en busca de la suma de 400.000 dólares “que los imputados presumían que se encontraban allí”, señala un documento del caso.
Al no encontrar el dinero, le robó el celular a González, lo que se convirtió en la clave para localizar a Espínola. Se espera su investigación mañana en las próximas horas.
