Bruno Rodríguez consideró que el país donde el derecho a la vida vale menos que los derechos a la producción, tenencia y comercio indiscriminado de armas de fuego no debe establecer estándares de derechos humanos.
Estados Unidos es el único país del mundo donde hay más armas que civiles. (Foto: PL)
El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, calificó este jueves la política de Estados Unidos como un doble rasero en materia de derechos humanos cuando la producción, posesión y comercio indiscriminado de armas de fuego es común en la nación norteña.
El Ministro de Relaciones Exteriores de la isla comentó en su cuenta de
Según un análisis publicado recientemente por CNN, Estados Unidos es la única nación del mundo donde hay más armas que civiles.
Hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses; Además, alrededor del 44 por ciento de los adultos en ese país viven en una casa con un arma, y aproximadamente un tercio posee una personalmente, según encuestas citadas por el medio.
La cadena estadounidense reflexionó que la violencia armada es omnipresente en Estados Unidos y ha dejado pocos lugares ilesos a lo largo de décadas.
Aun así, muchos estadounidenses consideran sacrosanto su derecho a portarlas, consagrado en la Constitución, y los críticos de la Segunda Enmienda dicen que ese derecho amenaza a otro: el de la vida.
En 2018, los fabricantes de armas produjeron nueve millones de armas de fuego en la nación del norte, más del doble de la cantidad fabricada en 2008, y enero de 2021 marcó el mayor aumento anual desde 2013 en las solicitudes de verificaciones de antecedentes federales necesarias para comprar un arma, un aumento de casi 60 por ciento desde enero de 2020.
Asimismo, en 2019, el número de muertes en Estados Unidos por violencia armada fue de aproximadamente cuatro por cada cien mil habitantes, lo que representa 18 veces la tasa promedio de otros países desarrollados.
Múltiples estudios muestran que el fácil acceso a armas de fuego contribuye a mayores tasas de homicidio.
Otro fenómeno es el de las autolesiones, ya que en 2019 más de 23 mil estadounidenses murieron por heridas de bala autoinfligidas.
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