En el mes de la mujer, para no seguir llegando tarde

En el mes de la mujer, para no seguir llegando tarde
En el mes de la mujer, para no seguir llegando tarde

Al iniciar el Mes de la Mujer, como ONU Chile resaltamos la importancia de que el país haya aprobado –luego de siete años de discusión parlamentaria– la ley integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género.

En 2023, según cifras del Ministerio de la Mujer y la Igualdad de Género, 41 mujeres fueron asesinadas por su género. En lo que va de 2024, en el país se registran 10 feminicidios consumados y 48 feminicidios frustrados. Según la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género 2022-2023 del Minsal, una de cada cinco mujeres encuestadas fue víctima de abuso sexual por primera vez a los 12 años en promedio. Cifras escalofriantes que reflejan las múltiples expresiones y ámbitos en los que se produce la violencia de género. Diez son muchas mujeres para las que no existe una segunda oportunidad. Con ellos se fueron sus sueños y proyectos de vida. Diez mujeres que no van a seguir aportando a sus familias, a su comunidad y al país en su desarrollo. Cuarenta y ocho feminicidios frustrados deben hacernos reflexionar sobre la urgencia de actuar y cuidar a las sobrevivientes y su entorno, pero también lo imprescindible de reforzar la prevención de la violencia en todas sus formas y la respuesta integral por parte del Estado.

En ONU Chile celebramos la aprobación de esta ley porque, además de abordar la violencia contra mujeres y niñas en todas sus manifestaciones, extiende medidas cautelares a agresiones que ocurren fuera de relaciones filiales, afectivas o de convivencia como pololeo [noviazgo]. La violencia de género incluye la violencia física, sexual, psicológica y económica. Además de la importantísima violencia simbólica, para la cual establece mecanismos de denuncia; así como la violencia gineco-obstétrica, la cual se establece como agravante.

A lo anterior se suma el fortalecimiento de las medidas cautelares y la ampliación de los delitos por razón de género; así como la incorporación de hijos e hijas como víctimas de la violencia sufrida por sus madres o cuidadores. También se destaca la obligación del Estado de actuar de manera coordinada en la gestión de los casos, asegurando la atención a las víctimas y su acceso a servicios esenciales, como los psicosociales, de salud y jurídicos; garantizando además su protección y reparación. Puntos de gran relevancia para perfeccionar la respuesta y prevención de la violencia, que es clave para cambiar la trágica realidad actual.

Junto a los deberes del Estado en esta materia, la ley establece la creación de una comisión para coordinar los servicios del Estado, estipulando como obligación la coordinación intersectorial. De esta comisión depende el funcionamiento del sistema integrado de información que brindará evidencia para la elaboración del Plan Nacional contra la Violencia, fundamental para generar una mejor respuesta a las necesidades de las mujeres y niñas víctimas.

Todas medidas concretas y relevantes a la hora de cumplir el objetivo del Estado de promover la igualdad de derechos. Para ello, debemos trabajar sobre los estereotipos, prejuicios y prácticas sociales y culturales que se basan en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos, que naturalizan y reproducen la discriminación, reconociendo los riesgos e impactos de estas normas en mujeres, adolescentes y niñas en toda su diversidad, en particular aquellas que enfrentan formas múltiples e interrelacionadas de discriminación y violencia.

La nueva norma está en línea con el Compromiso de Buenos Aires, en el que los Estados miembros de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe se comprometieron a promover la adopción e implementación de leyes, políticas, planes de acción integrales y multisectoriales y programas de sensibilización educativa. plantear programas, para prevenir, abordar, sancionar y erradicar todas las formas de violencia de género y discriminación contra las mujeres, adolescentes y niñas en toda su diversidad, en sus diferentes ámbitos y manifestaciones.

Con esta ley, Chile se suma a los países que ya cuentan con legislación integral en América Latina para avanzar en los derechos de las mujeres. Como Naciones Unidas en Chile continuaremos trabajando en la prevención de la violencia de género en todas sus expresiones, incluida la implementación de esta nueva ley, como parte de nuestro compromiso con el país establecido en el vigente Marco de Cooperación 2023-2026.

Ante estos avances relevantes para las mujeres y niñas en Chile y para no seguir llegando tarde, la pronta promulgación de ley es fundamental. Por Javiera, Guirnet, Tabita, Michelle, Ruby, Ari, Karina, Madely, Kissinver y María, asesinadas en 2024.

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