El peor escenario para las ventas de libros y los lectores – .

El peor escenario para las ventas de libros y los lectores – .
El peor escenario para las ventas de libros y los lectores – .

La combinación del menor poder adquisitivo de los clientes y el aumento de los precios de los libros está creando un desastre en una sociedad que, por sí sola, ya no es muy lectora. Tan sólo en el mes de enero de este año, la Cámara Argentina del Libro Detectó una caída del 30 por ciento en las ventas de libros a nivel nacional. Mar del PlataPor supuesto, no es una excepción. Librerías de distintos puntos de la ciudad han registrado lo mismo y siguen viendo con gran temor el estado de la situación.

Las listas de precios se actualizan constantemente; Hay editoriales que han dejado de reponer material en la cantidad que lo hacían y se publica menos. Son los signos de estos tiempos. Del lado del cliente/lector, espera una promoción de un banco, retira en tantas cuotas como puedas sin intereses y deja de comprar como antes.

No es un buen panorama y todos coinciden en que no hay una solución rápida.

¿Qué alternativas utilizan los libreros? Mar del Plata? ¿Cómo se está afrontando la situación a nivel local? Estas fueron algunas de las cuestiones que planteó 0223 a las librerías de nuestra ciudad.

Sebastián Chilanolibrero el pez grande, lo representa bien: “No conocemos la situación de las otras librerías. Desde nuestra perspectiva y en nuestro trato diario con los editores, advertimos que Estamos elaborando un plan de supervivencia, como cuando estás en la Antártida y tienes comida para una semana, pero el barco llega en cuatro meses. En algunos espacios este plan se lleva a cabo mediante el despido de empleados. En nuestro caso, como empleados no tenemos, buscando alternativas, espacios de encuentro y formas de salir de la crisis cuidando al colectivo”. Todo un panorama por el que atraviesa el sector. Respecto a la reacción de los clientes, añade: “Por un lado, tristeza, enfado,
El ciclo del duelo llevó a ver una política sistemática de destrucción cultural, o al menos de parte de la cultura. Por otro lado, aparecen expresiones de apoyo, la conciencia de que los espacios vinculados a la literatura y al arte deben ser cuidados y sostenidos en momentos en que no sólo son desfinanciados por el gobierno, sino también, y sobre todo, ejecutados”.

Para Sebastián Loppizolibrero librero Libros de fervor, “El momento no es el mejor. Hubo un fuerte aumento cuando comenzó el año y los clientes lo sienten. En particular, nuestra librería ofrece un catálogo variado, pero al mismo tiempo muy específico, casi único, diría yo. quien entra Fervor Vas a encontrar una librería diferente. La diferencia es que antes cogías dos o tres de esos libros y ahora dudas cuál es mejor para ti. Pero el impulso es el mismo. “Hace poco nos mudamos a un espacio más grande y tener la capacidad de exhibir mejor los libros es un gran beneficio para nosotros”.

Los libros se convirtieron en un artículo de lujo para las familias marplatenses. Foto 0223.

El caso de la Librería Universitaria (Eudem) Es un caso particular, teniendo en cuenta que trabajan con todo el material del Universidad Nacional de Mar del Plata. Pero eso no los deja al margen de la situación: “El momento que atravesamos es como todos los rubros en general, los aumentos constantes hacen que el consumo baje. Y, en cuanto a la reacción de nuestra Los clientes se sorprenden de la cantidad de títulos que estamos agregando a la librería, pero también sienten que algunos libros se salen de su presupuesto. para poder adquirirlos”, nos informa Liliana Ruizlibrería local.

Las miradas no difieren mucho. No importa la librería o la zona donde se encuentren. Fray Mochola librería líder de la ciudad, lo expresa en la voz de su librero Santiago Studdert de la siguiente manera: “La situación es preocupante y incertidumbre total. No sabemos cuál es el suelo., ahora las ventas han disminuido entre un 30 y un 40 por ciento. Los clientes permanecen. Hay clientela y cierto movimiento, pero Estamos constantemente dando explicaciones, porque hay una gran indignación.. Hay dos o tres grupos editoriales que marcan la pauta de precios, la agenda, y generalmente son los protagonistas también en los escaparates. Y eso da una sensación, un panorama dramático. También editoriales más pequeñas, más independientes, es decir menos dependientes del movimiento financiero, que consiguen mantener precios más amigables, pero en general todo se vuelve muy difícil.

Claudio Sabadíndueño de la cadena Libros de arena, da detalles más concretos: “Las ventas han disminuido mucho. Terminamos un buen diciembre, que fue lento, y luego enero terminó con una caída del 25 por ciento en unidades, en comparación con el año anterior. Luego febrero bajó un 30 por ciento y Marzo fue la catástrofe absoluta. Las ventas de libros de texto escolares cayeron un 80 por ciento, algo nunca antes visto, no lo había visto en toda mi vida en este campo. Los demás también han bajado un 30 por ciento”.

Todas las librerías consultadas, Zona Güemes, centro, La Perla, macrocentroacordado que las formas de pago elegidas son aquellas vinculadas al provincia bancaria con tu cuenta IDENTIFICACIÓN, entonces se espera cierta promoción con tarjetas de crédito de banca privada y muchas billeteras virtuales. Pero esto no es suficiente. En los mejores casos no hay caída, pero tampoco hubo crecimiento como se proyectaba.especialmente considerando que muchos hicieron inversiones el año anterior (el pez grande Se mudó el año pasado de un local mediano de 60 metros cuadrados a una casa de dos plantas y 80 metros de salón; Libros de fervor acaba de mudarse a una casa en el área de Pearl donde también hay un Centro Cultural y Librería universitaria acaba de abrir sus puertas). Aunque los números varían, la mayoría coincide en una caída cercana al 40 por ciento promedio y sin freno. Se aprovecha mucho los días promocionales, pero el resto hay días donde pasa mucho tiempo sin que el público entre en las librerías. Esto llevó a que muchos de ellos tuvieran que buscar un nuevo giro al espacio proponiendo nuevas propuestas, intentando acercar una mayor actividad literaria a la gente.

Los libros se convirtieron en un artículo de lujo para las familias marplatenses. Foto 0223.

De Fray Mocho Nos cuentan que no lo ven como reinventarse, pero “sí logramos conciliarnos y producir el efecto de un deseo que teníamos desde hace unos años y que no habíamos logrado. Eso de hacer charlas con escritores, pero no es por la situación. Más allá de que sea útil y útil, no surge por ello. Pero se animó a lograrlo”. En el caso particular de Libros Fervor, Sebastián Destacar que están empezando a implementar una serie de descuentos en catálogos de diferentes editoriales al mes (empiezan en abril con Godot y Chai). “Estar dentro del Centro Cultural Lina, donde se realizan talleres, charlas, eventos y presentaciones de libros que surgen desde y desde la librería, brindamos retroalimentación más allá del contexto. La idea siempre es que el arte circule y que ambos espacios crezcan. El club de lectura ha sido un avance en ese sentido”. Por el lado El Pez Grande, Chilano asegura que “La reinvención es nuestro primer nombre. Nunca olvidamos que fuimos una editorial que se reinventó como librería. Seguiremos reinventándonos hasta la descomposición final. Ahora mismo, el pez grande Es una librería, una editorial, un espacio para talleres, charlas y proyecciones, organizamos la Feria de Invierno y, quién sabe, una productora audiovisual. Sobre todo, un lugar de encuentro, diálogo y resistencia”.

¿Es la venta virtual una herramienta más para conseguir que la gente lleve libros? Si bien esta posibilidad ha crecido desde la pandemia, todavía no es suficiente y no todos la proponen como alternativa. En el caso del Librería universitariala virtualidad dio buenos resultados, ya que permitió prensa universitaria local Distribución en varias provincias del país. En el caso de la librería de la calle Belgrano Tienen la posibilidad desde la pandemia, pero “no está creciendo a los niveles que nos gustaría”. En el caso de la nueva librería de barrio La perla, no tienen ventas virtuales, pero sí utilizan el método de pago virtual para poder retirar cuando quieran y no estar especulando con las variaciones de precios. El que esta en la calle santiago del estero, está a punto de lanzar su librería virtual con la esperanza de que ayude a mantener la física. De Libros de arena Aportan un dato interesante: “Hoy trabajamos el 95 por ciento con billeteras virtuales y sólo el 5 por ciento con ventas en efectivo. Trabajamos bien con lo virtual, pero se apoya en la iniciativa de la provincia bancariadesde tu plataforma Compras de provincia. Allí venden libros que no tienen mucha rotación, es decir, que no son los últimos best sellers, libros que la gente necesita para algo en particular. “La venta se mantiene ahí desde diciembre, ventas sostenidas por los descuentos que hace el banco o las cuotas que da”.

El Librería universitaria logró recuperar un poco sus ventas, casualmente debido a esta condición: “Como es principalmente una librería universitaria, notamos un ligero aumento en las ventas”, dice. Liliana. chileno, por su parte, menciona que “en nuestro caso las ventas se han mantenido. Sin embargo, se hubiera esperado que crecieramos. Nuestra proyección cuando creíamos que creceríamos era un aumento del 50% en las ventas, dándolo todo y con una comunidad pesquera muy unida hemos logrado sostener las mismas ventas habiendo hecho una inversión considerable”. El resto, bajo un panorama muy incierto.

¿Qué hacer como lectores? ¿Cómo afrontar la situación y qué se recomienda a quienes han dejado de circular en estos espacios porque surgieron otras prioridades o porque ya no sobra para los libros del mes? ¿Qué pasa con quienes utilizan material bibliográfico para su trabajo? Perspectivas más inciertas.

“Aquí lo primero que hay que hacer es cuidar a los empleados, lo que se vende es para pagarles a los empleados. Pagar salarios y cargas sociales. Hay que cuidar el valor humano de lo que tienes dentro de las librerías. Es lo primero que hay que cuidar”, sostienen. Sabadín. Loppizo recomienda que “si estás dudando, pero lo quieres y puedes, es recomendable tomarlo ahora porque el mes que viene seguramente aumentará, los aumentos son mensuales. Más allá de eso, recomendar libros es –te diría– una responsabilidad. Nuestros amigos lo saben. Un buen libro puede cambiar la visión del mundo y eso, en este contexto, es fundamental”. En esa línea, Santiago Studdert Afirma que “si de alguna manera se puede defender la ley de precios de venta al público, entonces cada uno sabe lo que puede comprar y la importancia que le da a la compra de un libro. Los libreros estamos ahí, en las librerías, para facilitar el proceso de conocimiento, de encuentro de lo que parece disperso y desconocido. Y si no tienes dinero, pero quieres leer algo, consúltalo y habla con el librero que te puede ayudar, orientar, aconsejar o recomendar. Se puede generar una relación en torno al libro que otros medios impiden o disminuyen”. Cerca chileno“Que circulen las buenas noticias, defiende todos los espacios culturales, públicos y privados, grandes y pequeños, compra libros y protege las bibliotecas de barrio, lee y escribe todo lo que puedas”.

 
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