“Le pregunté a mi contador: ‘¿Puedes analizar todas las licencias de trabajo que di? Todo. Y dame estadísticas sobre eso’”, comenzó Narda. “El 70% de las licencias que di fueron a hombres, bajas por enfermedad, cosas así, licencias laborales, fueron para hombres. El 85% de estas licencias son lesiones en el fútbol“, explicó según las cifras que recibió del profesional al que acudió. “Del 35% de las mujeres que solicitaron la baja, el 80% estaba cuidando a alguien. Prioridades, ¿verdad?”, argumentó a continuación el cocinero para marcar la diferencia.
“Bueno, ahí tienes quien te dice: ‘No, porque se quedan embarazadas, porque no sé qué’. El problema es que lo que más me costó en mi vida profesional fueron las lesiones del fútbol masculino.“, cerró Lepes al respecto, mientras los presentadores del programa asentían. Este extracto de la entrevista rápidamente se viralizó en las redes sociales, lo que generó una gran polémica al respecto y de la que la cocinera se mantiene, hasta ahora, al margen.
En la citada entrevista, Lepes también se refirió a cómo la cultura laboral cambió con el paso de los años y los tiempos, destacando que hay mujeres cocineras que se niegan a aspirar a conseguir una estrella Michelin. “Es un estilo de vida que no muchas minas estaban dispuestas a hacer… creo que va a pasar más ahora porque eso cambia y también la cultura que conlleva mantener o tener más estrellas (en referencia a las famosas estrellas Michelin, que determinan cuál es el mejor restaurantes del mundo) a un restaurante que ya lo tiene, ya no es lo que era hace 20 años. Eso cambió mucho”, dijo Narda.
“Es otra cultura laboral. Hay una cosa con las estrellas que llevó a una cultura de sacrificio, de todo un equipo y una presión para que todo fuera 9, 10. Lo que empezó a pasar es que para llegar a ese 9, 10, sacrificas mucho del parte del ser humano, no sólo el propio sino también el del equipo”, continuó el jurado del reality culinario. Propietarios de cocinas, transmitido por Telefe.
“Un niño que lava vasos en un lugar que tiene estrellas Michelin, cada vaso a veces vale 200 dólares. No es lo mismo lavar un vaso de 7” que uno de 200”, argumentó en el mismo sentido. “Todo esto genera una presión sobre el equipo que muchas veces las mujeres no eligen. Quizás ahora porque ese cuidado del equipo empezó a cambiar. Pero todavía estamos ahí…”, cerró Narda respecto a estos temas que tienen que ver con su desarrollo como emprendedora de cocinas.
