El retraso responde a la dificultades que enfrentan en Energía para avanzar en el entrelazamiento de datos del Registro de Acceso a Subsidios a la Energía (RASE) y el Indec para determinar qué hogares seguirán teniendo acceso a los subsidios y cuáles no.
Eduardo Rodríguez Chirillo.jpg
El compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) era adelantar subidas del 200% en las tarifas eléctricas y del 150% en las tarifas del gas, con el horizonte de llegar a abril con facturas que cubran el coste total de la energía salvo para los hogares “vulnerables”.
Sin embargo, 7 de cada 10 usuarios seguirán pagando con subvenciones por ahora mientras que los usuarios, comercios e industrias de altos ingresos ya han comenzado a recibir facturas con fuertes recargos.
La otra parte del plan fue la implementación del Canasta Energética Básica (CBE), que contempla las necesidades básicas de consumo de electricidad y gas de los hogares, según su composición, época del año y ubicación geográfica.
La idea es determinar qué porcentaje de esa canasta representará respecto del ingreso familiar. Una vez superado este umbral, el hogar será subsidiado hasta alcanzar su canasta básica, determinada por las variables antes mencionadas.
La medida iba a estar vigente a partir de abril, luego se pospuso para mayo pero ahora Energía estima que lo más probable es que recién esté operativa a partir de junio.
Dependiendo del decil poblacional al que corresponda cada hogar, desde el más pobre hasta el más rico, se subsidiará parte de la factura de luz y gas. Pero La idea original es que todo el mundo pague el coste total de la energía, por lo que se subsidiaría la demanda.
Actualmente, no todos los usuarios pagan lo mismo por la energía en sus facturas., que es donde se otorgan subsidios para cubrir el llamado costo de generación. El actual esquema de subsidios marca tres universos: ingresos altos (N1), ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3) determinados por la Canasta Básica Total (CBT) del Indec.
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