No está claro si será un éxito o un fracaso, pero sí está claro que estamos ante un proyecto muy peculiar
Francis Ford Coppola tiene 85 años, pero su inmejorable creatividad no parece frenarse, sino todo lo contrario. Su última película, ‘Megalopolis’, está despertando unas expectativas inusitadas, no sólo porque supone el regreso del director de ‘Apocalypse Now’ a la primera línea autoral de Hollywood, sino por las innumerables tribulaciones que está viviendo para llegar a su estreno.
Un viaje lleno de baches. En definitiva, la película fue un gigantesco proyecto de 120 millones de dólares que Coppola tuvo que financiar poniendo a la venta parte de sus viñedos. Las reacciones a la primera proyección, poniendo de relieve la absoluta locura visual y argumental que supuso, asustaron a los distribuidores, y Coppola se ha encontrado con que la película se estrenará en Cannes sin tener una perspectiva de futuro clara. Es de esperar que si la película gusta, alguna distribuidora se anime a moverla.
Más detalles de la trama. Vanity Fair ha tenido acceso a la película, y da algunos datos adicionales sobre una trama que conocíamos sólo a grandes rasgos. Adam Driver es un joven arquitecto que quiere reconstruir una ciudad que ha caído tras un cataclismo. Nathalie Emmanuel es la hija socialité de su némesis, un alcalde corrupto interpretado por Giancarlo Esposito. La película, esencialmente, retrata su confrontación, con Emmanuel atrapado entre ambos mundos.
El origen en HG Wells. En declaraciones a los medios, Coppola ha contado los orígenes de ‘Megalópolis’, que no están en ‘Blade Runner’ o ‘Brazil’, como se dijo, sino mucho más atrás, en el pionero victoriano de la ciencia ficción HG Wells, autor de clásicos novelas como ‘La máquina del tiempo’ o ‘La guerra de los mundos’. El director afirma que “Las semillas de ‘Megalópolis’ se plantaron cuando siendo niño vi ‘The Afterlife’ de HG Wells. Este clásico de Alexander Korda de los años 30 trata sobre la construcción del mundo del mañana y siempre me ha acompañado”.
Un largo proceso. Coppola dice que tardó décadas en tener el guión listo: “En realidad, no he estado trabajando en este guión durante cuarenta años, como se suele leer, sino que estaba recopilando notas y recortes para un álbum de recortes de cosas que me parecían . interesantes para un futuro guion, o ejemplos de caricaturas políticas o diferentes temas históricos”, afirma. “Al final, después de mucho tiempo, me decidí por la idea de una epopeya romana. Y más tarde, una epopeya romana ambientada en la América moderna, así que no comencé a escribir este guión hasta hace unos doce años”. Y añade: “Debo haberlo reescrito 300 veces”.
De Roma al futuro. Según Coppola, la inspiración original de la película fue un intento de golpe de Estado en el año 63 a.C., con la antigua Roma inmersa en una tremenda crisis económica y política. Una insurreccional, Catilina, conspiró para asesinar a varios líderes políticos e incendió la mitad de la ciudad para causar estragos y hundir la ciudad. Su plan fue descubierto por el estadista y orador Cicerón. “La América moderna es la contraparte histórica de la antigua Roma”, dice Coppola, y de hecho, el director no es ajeno a estos cambios: trasladó la ambientación de ‘El corazón de las tinieblas’ de Joseph Conrad del siglo XIX a la guerra. de Vietnam en ‘Apocalypse Now’.
Otros casos. Coppola aderezó esta actualización, en la que quiso invertir la visión clásica que tenemos de Catilina y Cicerón como héroes y villanos, con casos reales que abarcaron desde el mítico caso Von Bullow hasta la crónica de la discoteca Studio 54, pasando por la actual crisis financiera que la ciudad sufre. Todo por una visión futurista, pero con raíces firmemente arraigadas en el pasado histórico de la Humanidad.
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