Matanzas/La ciudad de Matanzas celebra desde este miércoles y hasta el próximo sábado el festival de poesía Puentes Poéticas, un evento de nueva creación cuyo calibre “internacional” ha sido defendido con uñas y dientes por la prensa oficial, aunque a su “cantata por la paz” sólo han asistido tres extranjeros. . La cobertura mediática, que en otras ocasiones habría dejado pasar la ocasión sin pena ni gloria, se debe a la presencia de comisarios de cultura, presentados como “poetas importantes”.
Unos 45 minutos después del horario previsto, por “situaciones” que no fueron aclaradas, la cantata por la paz comenzó este miércoles en los portales del Teatro Sauto, con la presencia de Alpidio Alonso, ministro de Cultura, y el premio nacional de Literatura Miguel Barnet y Nancy Morejón, a quienes está dedicado el festival. A una cuadra del edificio, una patrulla de la Policía Local cuidaba la “tranquilidad” del evento.
Con este hecho, el régimen volvió a elogiar a Morejón un año después de que la denuncia de numerosos intelectuales, encabezados por el cubano Jacobo Machover, motivara el retiro de la presidencia honorífica del escritor del Mercado de Poesía de París. Sin embargo, los temas abordados por los “más de cien poetas” que, según Juventud RebeldeParticipé ayer en la lectura, dejo de lado al poeta y situé la causa política de Palestina en el centro del acto.
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La concentración, convertida en protesta “contra el genocidio sionista”, contó también con la presencia de un escritor palestino, Najwan Darwish, para quien Ediciones Matanzas publicó un título y quien fue calificado por el diario oficial como “uno de los más leídos y traducidos”. en el mundo”. Su presencia en el festival, añadió la prensa, “es un lujo”. También participarán el autor argentino Daniel Calabrese y la estadounidense Katherine M. Hedeen, procedentes de países con los que Cuba mantiene tensas relaciones.
La opinión de los matanceros, que hacía tiempo no veían una muestra cultural tan amplia en la ciudad, tampoco se ha hecho esperar. “Este es un evento diseñado para pagar algo de dinero a los escritores nacionales que apoyan al Gobierno. Cuando ves nombres como Miguel Barnet, Nancy Morejón, Rito Ramón Aroche y Caridad Atencio, inmediatamente piensas que detrás de todo está la mano del oficialismo, impulsando el mismo discurso de siempre”, dice Yanelis, una joven escritora, en conversación con 14ymedio.
Yanelis fue una de las invitadas a leer un texto de su autoría en la Cantata, pero decidió no participar al percatarse del verdadero propósito del evento. “Uno se da cuenta de que nos utilizan para lograr sus objetivos cuando incluso el orden de las lecturas prioriza a los extranjeros. “Los poetas importantes vienen, cobran sus cheques y se van, y el resto de nosotros les servimos de público”, lamenta.
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La visión oficial, sin embargo, se aleja de estos problemas y percepciones. “Este festival demuestra que la poesía está viva y es impactante reunir a tantos buenos poetas de diferentes generaciones, defendiendo la vida y la justicia”, fueron las palabras del Ministro de Cultura, un poeta elevado al rango de funcionario por su lealtad a el régimen. quien no se fue sin leer una de sus piezas y hablar sobre Che Guevara y su ideal del “hombre nuevo”.
“Es increíble cómo toman cualquier pretexto y lo convierten en pancarta para aprovecharlo. Sin embargo, ninguno de los poetas que están aquí habla de todas las injusticias que se cometen en Cuba”, destaca Leticia, trabajadora del museo municipal, que ha sido obligada por su jefe a asistir al acto. “Antes marcame y que me tomen el día libre, prefiero estar un rato aquí”, dice la museóloga que, dice, no tardó ni una hora en abandonar la tertulia.
Para Leticia, este tipo de actos son sólo una fachada para tapar intereses políticos mientras que su valor cultural dista mucho de ser de interés para la ciudadanía. La mayor prueba de ello, sostiene, es que en cada festival, proyecto o iniciativa, los asientos del público los ocupan las mismas personas. “Si los trabajadores culturales no actuamos como público, los asientos estarían vacíos”, subraya.
El festival aún tiene conferencias, encuentros con jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz y visitas programadas a instituciones estatales de la ciudad que aún no han enfrentado ningún colapso y siguen en pie. El último recorrido del sábado será por los “puentes centenarios” de Matanzas. Por supuesto, nadie acudirá a los oxidados y destartalados. Los “puentes poéticos” que promete la prensa no son para los matanceros.
