Holguín, Cuba, 3 may.— La Cruz de Holguín, ciudad del oriente cubano, está rodeada de magia, hechizo y fe; Ninguna otra razón puede explicar con certeza cómo siempre ha logrado proteger al pueblo holguinero de desgracias y males.
Alexis Triana, fundador y por muchos años presidente del Comité Organizador de la Romería de Mayo, dice que en los años 90 un ciclón la desarraigó de su posición en lo alto de la Loma de la Cruz y a los jóvenes de la Asociación Hermanos Saiz ( AHS) subieron al cerro a rescatarlo y se encargaron de su restauración: querían conservarlo, tenerlo.
Relata también que, a falta de otro tipo de color, se pintó de negro y no volvió a llover en Holguín hasta que se tiñó nuevamente de blanco, lo cual se asocia a la luz, la pureza, la paz, la solidaridad y la unidad.
Según la investigadora holguinera Haydée Toirac, el prior de la ermita franciscana, fray Antonio Alegría, colocó la cruz en la cima del Cerro Bayado en mayo de 1790.
A partir de ese momento, la elevación de unos 270 metros sobre el nivel del mar, ubicada al norte de la ciudad de Holguín, en el oriente de Cuba, comenzó a llamarse Loma de la Cruz y la romería se hizo común cada 3 de mayo.
Así surgió la Romería, una celebración religiosa mezclada con una fiesta popular.
La historia católica sitúa en esta fecha el descubrimiento en Jerusalén, por Helena, madre del emperador Constantino, del árbol en el que Jesús fue crucificado. Por ello, el Santos celebra el 3 de mayo como el Día de la Invención de la Cruz.
Los historiadores recuerdan que ese día el pueblo subía a la cima para orar o encender velas e incienso, luego de realizar una peregrinación desde la Iglesia de San Isidoro por la calle del mismo nombre, hoy Libertad.
Siglos después, la Loma de la Cruz con sus 458 escalones, su fuerte y su cruz blanca en lo alto constituyen un símbolo de la ciudad y testigos de importantes celebraciones culturales como la Romería de Mayo o la misa del Papa Francisco durante su visita a la Isla en septiembre de 2015.
Este 2024 se cumplen exactamente 234 años desde que Fray Alegría subió la Cruz hasta lo más alto.
Hoy, en lugar de esa cruz, es el Hacha de Holguín la que asciende a la cima del Cerro, y pasando de hombro a hombro vuelve a escribir la historia de la fiesta de los peregrinos que con el paso del tiempo se ha convertido en Fiesta Mundial de Juventud Artística.
