Entre la promesa del Gobierno y la realidad de las invasiones

Bajo la excusa de ‘buscar refugio y un lugar donde establecerse’, alegando promesas incumplidas por parte del Gobierno Nacional en materia de asignación de tierras, estas personas se apoderan de fincas que no les pertenecen. Este conflicto se agravó recientemente con la invasión a la finca ‘Villa Gisela’, ubicada en el Alto de la Vuelta, en el municipio de Valledupar. (Leer en CON contexto ganadero: Conozca detalles y acciones contra la invasión a la finca ‘La Ponderosa’ en Curumaní)

La finca ‘Villa Gisela’ se convirtió en el último escenario de un conflicto que se ha ido incrementando en la región del Cesar. La invasión de esta propiedad privada no sólo representa una violación de los derechos legales del propietario, sino que también refleja un problema más amplio. que afecta tanto a ganaderos como a comunidades que buscan tierras para vivir.

El conflicto tiene sus raíces en las promesas del gobierno colombiano de asignar tierras a las comunidades campesinas y a las personas desplazadas por el conflicto armado. Estas promesas, si bien inicialmente generaron esperanza y expectativas, no se han materializado en la medida esperada.

La falta de cumplimiento por parte del gobierno ha generado frustración y descontento entre quienes esperan acceder a tierras para cultivar y vivir. Es por eso que Algunas comunidades han optado por ocupar tierras de propiedad privada como una forma de presionar al gobierno para que cumpla sus promesas.

En el caso específico de la finca ‘Villa Gisela’, la invasión se produjo la tarde de ayer, representando una amenaza directa al ganadero, sus empleados y familias, así como a la estabilidad económica de su actividad ganadera. (Leer en CON contexto ganadero: Ante reciente invasión a una finca en Antioquia, Lafaurie pidió a ganaderos consolidar brigadas solidarias)

Gregorio Daza, ganadero y dueño de ‘Villa Gisela’, explica a este medio que Una vez notificado de la presencia de estas personas en su propiedad, “solicité el apoyo de Carabineros, quienes me brindaron apoyo inmediato. Una vez que estuvimos ahí sacaron a estas personas de mi propiedad, sin embargo, siempre pasa que cuando llegan las autoridades salen del lugar, vuelven a entrar”.

Sin embargo, como la invasión y el desalojo se produjeron de noche, La finca reanudó sus actividades normales hasta el día de hoy, donde personas volvieron a invadir la propiedad.

“Su excusa es la de siempre, que no tienen casa y que necesitan terreno para vivir y trabajar”, ​​dice Daza.

El productor afirma a este medio que La finca cuenta con su sistema de producción de leche y se encuentra acostumbrada al trabajo en su totalidad.Por tanto, no se abandona, que es otra de las excusas que dan los invasores.

“Esa finca en algún momento fue un ejemplo para la zona. Sin embargo, cuando el país pasó por un período de violencia, tuvimos que alejarnos un poco de la tierra pero nunca dejamos de trabajar. Ese terreno se ensució mucho, entonces lo hemos ido limpiando poco a poco y aplicando herramientas como riego por aspersión”, describe Daza.

Sin embargo, Esa zona por donde entraron anoche las personas aún no cuenta con limpieza porque el ganado la visita cuando se hace el proceso de rotación.ya que esta zona tiene mucha hojarasca, algarrobos y algunas leguminosas.

¿Cómo se ha afrontado la invasión?

El productor explica que una vez fue informado de la invasión Se comunicó con la Policía de Carabineros y con el coordinador de los Frentes de Solidaridad, Seguridad y Paz, quienes le brindaron apoyo y ayudaron a las personas a desalojar el lugar.. (Leer en CON contexto ganadero: Desafíos de los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera ante la dureza del abigeato y la extorsión)

“Su excusa ante las autoridades es que No tenían tierra para trabajar y hasta inventaron que me había robado la tierra, olvidando que es una propiedad familiar que tiene más de 100 años.”, dice Daza.

El día presente, Policía de Carabineros se encuentra patrullando el lugar para asegurar que estas personas no vuelvan a ingresar ilegalmente al terreno.Sin embargo, la preocupación es constante para Gregorio Daza.

 
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