Miércoles 27 de marzo de 2024 | 19:39
El valor del kilogramo de lechuga sorprende por estos días a los bonaerenses al cotizarse en algunos casos por encima de los 8.000 pesos. El motivo, según explican desde el sector productivo, es el gran desabastecimiento ocurrido, luego de las fuertes tormentas que sufrió la región central del país en las últimas semanas.
Pese a las explicaciones, el precio sorprende frente al kilo de asado, que según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) se vende en promedio a unos $6.000 pesos en el área bonaerense.
En cuanto a la lechuga, los principales proveedores de Buenos Aires se distribuyen por toda la provincia y un costo importante del producto ocurre con la logística. Por tanto, transportar mercancías desde provincias más lejanas implica el traslado del componente de flete frigorífico, lo que incrementa los precios.
En Posadas en los principales supermercados el kilo de lechuga cuesta entre 4.000 y 5.000 pesos. La variedad criolla es la más cara. Aunque también hay una importante oferta de manojos de lechugas, de invernaderos locales que se venden en ferias por alrededor de 500 pesos.
Dentro de la oferta también hay empresas de hidroponía (que crecen en tubos sin tierra) que ofrecen su producción. La gran mayoría de los proveedores traen su producción desde fincas ubicadas en Posadas, Candelaria, Cerro Azul, Cerro Corá y localidades cercanas a la capital provincial. El cultivo destaca con preferencia por su rápido crecimiento y la constante demanda del público en toda la provincia.
Las tormentas cuestan más
Desde los cultivos hidropónicos de Raiza comentaron que si bien a nivel local no hubo un impacto tan grande en los precios como en Buenos Aires, a nivel local se sintió el costo de las tormentas. “La producción este verano fue compleja por el impacto de tormentas que dañaron las estructuras. Los tejados estaban rotos, hubo muchos días nublados. Nuestros precios se mantuvieron razonables, al menos comparados con lo que pasó en Buenos Aires, donde vimos en las noticias que se pedían más de 7.000 pesos el kilo”, explicó a El Territorio Hugo Herrera, dueño de la empresa con sede en Candelaria.
Y explicó que “en términos de precios, quizás el salto más grande se dio en diciembre y luego se acompañó la inflación”.
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