Ante la ola de ataques ocurridos el año pasado por parte de activistas climáticos y contra obras de arte, los museos han reforzado sus medidas de seguridad. El nivel de exigencia a la hora de acceder a los espacios más emblemáticos es alto, porque sólo así se puede evitar que se arrojen productos nocivos sobre cuadros antiguos. El Museo de Orsay es un ejemplo de estas medidas, ya que acaba de frenar lo que podría haber acabado en desastre.. Dos personas fueron detenidas este domingo en la entrada del espacio parisino, sospechoso de haber querido dañar “Las amapolas”, obra de Monet.
La Fiscalía ha confirmado a “Le Parisien” que se les acusa de intento de destrucción de bienes culturales. Los detenidos hicieron saltar las alarmas al llevar consigo un “líquido blanco” viscoso, similar al pegamento, así como camisetas del grupo activista que ya arrojó sopa a la Mona Lisa del Louvre en enero de 2023. “Respuesta alimentaria” es el nombre de dicha organización, y se definen como “una campaña de resistencia civil francesa que tiene como objetivo lograr un cambio radical en la sociedad a nivel climático y social”. Según dijo una fuente a “Le Figaro”, estas dos personas, además, “ya son conocidas por actos previos de obstrucción del tráfico”.
Este movimiento climático no sólo le echó sopa a la Mona Lisa, sino que también atacó “Primavera”, un cuadro de Monet que se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Lyon.
