En el pequeño despacho de la Facultad de Arquitectura y Tecnología de la Edificación, de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), las palabras entusiastas de Patricia y Jaume copan el aire hablando de arquitectura. Esto está diseñado para la vida en común y se siente como parte de nuestra imaginación visual. Ambos han sido galardonados con el premio Cultura Tradicional y Comunitaria, dentro de los III Premios Cultura de Cartagena, por dirigir el grupo de investigación Ciudad Contemporánea y Diseño Arquitectónico de la UPCT. Está formado por un equipo de ocho investigadores, sociólogos y arquitectos.
Lo viven muy agradecidos, cuando llevan casi quince años trabajando en nuestra ciudad, a veces con dudas, a veces preguntándose por otras posibilidades que les hubieran hecho acelerar su carrera profesional, dedicando tiempo a mejorar sus currículums. Al final han optado por dedicarse con pasión y mucha energía a enseñar y mejorar el entorno ciudadano, cuando de esta manera las transformaciones no son tan evidentes, ni las satisfacciones inmediatas.
Pero ahora, dicen sonriendo, han recibido un verdadero impulso de energía. Esta pareja es mediterránea. Ella es murciana, criada en Valencia y él es de Barcelona. Ambos han encontrado en Cartagena su lugar en el mundo y se sienten privilegiados. Este reconocimiento municipal, público y notorio confirma que claramente tienen aquí su lugar, porque se lo han merecido, facilitando que las cosas sucedan en el espacio social. Comenzaron a colaborar con Juan José Martínez, catedrático de Producción Vegetal de la UPCT y coordinador del Proyecto LIFE+ Garbanzo Tallante. Junto a los vecinos de la localidad presentaron propuestas para su revitalización. Fue una excelente oportunidad, porque sus alumnos escucharon y participaron en el trabajo.
Pensando colectivamente
Participaron en el avance del plan urbano de Cartagena, abriéndolo al conocimiento y al debate colectivo de los barrios y localidades. Patricia comenta cómo en el sureste encontramos fealdad en los pueblos que visitamos, percepción que dejé escrita en este mismo medio con el título ‘Los pueblos más feos de España’. Hay que educar desde la infancia, regular y poner límites a las fechorías, rehabilitar las viviendas, que es lo que fomenta la Unión Europea, adaptándolas, aislando térmicamente y haciéndolas más sostenibles. Más aún si se trata de diseños de arquitectura vernácula, siempre coherentes con su contexto, desde la originalidad y la singularidad, porque estamos hablando de la identidad cultural de la zona, frente a la homogeneidad globalizada.
Recibirán premio de Cultura Tradicional y Comunitaria, dentro de los terceros Premios Cultura Cartagena
Continuamos la conversación señalando el riesgo de centrarse en el turismo de masas, que es codicioso, aunque destruye los lugares de atracción, el centro y su tejido social. La vivienda turística provoca despoblación y es un modelo que no repercute en la mayoría de los habitantes del municipio. Lo observan en el comportamiento de sus alumnos. Desde hace dos o tres años, muchos se han puesto a vivir en La Unión, porque no pueden pagar, como antes, el coste de una vivienda en el centro. Otros van y vienen de Murcia, con lo que perdemos estudiantes que forman parte de la vida comunitaria y cultural cartagenera.
Afortunadamente, en Cartagena existen colectivos dedicados a la renaturalización de espacios, siendo otro de los objetivos la conexión entre pueblos a través de carriles bici o vías verdes. Por ello, algunos estudiantes han desarrollado proyectos de estaciones de servicio en estas vías verdes, donde ciclistas y peatones encuentran aseos, agua y otros servicios. Patricia y Jaume siempre intentan inculcar observación y compromiso como profesionales del espacio. Participan en las instalaciones urbanas dentro del festival Mucho Más Mayo, se enfrentan al problema de los lotes, a la situación de los barrios y a la reforma de la central de autobuses, muy retrasada.
Buena parte de las obras fueron expuestas en el edificio administrativo del Ayuntamiento de la calle San Miguel. Buscan la complicidad de técnicos municipales y agentes sociales, en el intento de dar soluciones a los retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Siguen pensando que existen condiciones favorables para atraer conocimiento de otros países. Concluyen que estamos bien, pero podríamos estar mucho mejor. De hecho, la insatisfacción es lo único que nos permite seguir adelante.
Reconocimientos
Se trata sin duda de una gran obra recogida en numerosos libros, artículos en publicaciones especializadas y en el diario LA VERDAD, que le valió a Patricia el premio en la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, en México. No podemos mencionar todos sus logros internacionales y nacionales, ni su presencia en mesas redondas o en el programa Cartagena Piensa. Con su empresa Blancafort-Reus Arquitectura han sido reconocidos en prestigiosos certámenes, como la Bienal de Arquitectura de Venecia, Londres y el Premio de Arquitectura Española. Su trabajo también ha sido retransmitido en medios de comunicación y programas audiovisuales de RTVE, BBC y Netflix. Los dejó porque tienen que subir al salón de clases.
