Año 1988. El fotógrafo holandés Flip Franssen recorre, cámara en mano, las calles de Salamanca para inmortalizar la ciudad, sus gentes y costumbres. La capital de Tormes aún no estaba tan desarrollada como otras provincias de Europa y las manifestaciones políticas se produjeron en espacios como la Plaza Mayor.
Treinta y seis años después, las imágenes tomadas por Flip Franssen durante su estancia en Salamanca, donde estudiaba español, podrán visitarse en el Archivo Histórico Provincial hasta finales de agosto. Todos ellos dan testimonio de los múltiples cambios que ha experimentado la ciudad desde finales de los años 80: el Gran Hotel presidía aún la plaza del Poeta Iglesias mientras la iglesia del Arrabal presenciaba el empedrado del Paseo del Progreso.
“Han pasado los años, pero en ese momento noté mucha diferencia en todo, en el comportamiento de la gente y demás. Cuando camino por Salamanca ahora no encuentro barro en el suelo, por ejemplo. Ahora todo está más limpio y equilibrado con otros lugares”, reconoció Flip Franssen durante la presentación de la exposición. “No quiero parecer arrogante, pero ella era más joven y me impresionó más”, añade.
Selección de cincuenta imágenes.
La exposición ‘Salamanca 1988’ está compuesta por cincuenta imágenes de Salamanca de las ciento seis que el fotógrafo holandés tomó en la ciudad. Son los que fueron seleccionados del Archivo Histórico Provincial, en la calle Las Mazas, después de que Flip Franssen contactara con la Junta de Castilla y León.
“Flip quería exponer sus fotografías de Salamanca y nos dieron la oportunidad de mostrarlas en el Archivo Histórico Provincial. Cuando vimos las imágenes que nos envió por correo no dudamos y comenzamos a organizar todo”, recordó Cristina Vicente, directora de la institución charra.
GALERÍA | Presentación de la exposición ‘Salamanca 1988’.
