La imagen de Edinson Cavani apagado, saludando a sus compañeros tras la tanda de penales, no era la que imaginaba el uruguayo media hora antes. Tampoco imaginó que iban a atajar el primer penal de la definición, tal como ante Palmeiras, cuando Chiquito Romero lo salvó con sus tapadas. El delantero que había sido figura ante River junto a su compatriota Merentiel, Esta vez no tuvo gol como en todo su muy buen torneo y se frustró en la semifinal.
Cavani estuvo en el área en la definición de Merentiel, tras centro de Advíncula. Era muy activo, abnegado y dispuesto a luchar. Protestando penales que no salieron (uno a Merentiel y otro a él mismo en el ST, por un empujón). Dejándose el alma hasta el final, con más roces que juego, y plantándose como en el superclásico ante González Pirez.
Lo que le faltó fue el gol, como cuando saltó de cabeza en el 0-0 y gritó falta. No estaba cerca, más allá de su ambición y su hambre. Por eso en el primer tiempo fue aplaudido por la gente, cuando marcó fuerte en una jugada para llevar y se puso de pie.
Ahora Cavani tiene otro reto, después de un torneo en el que apareció y fue decisivo: Trinidense viene, a Asunción, la próxima semana, para la Sudamericana. Para levantarse después de un golpe muy duro, con un Boca que se mostró firme, que lo tuvo controlado y que se complicó con la roia zonza de Lema. Edinson no dejó de correr hasta el final y se fue triste como todos en Boca.
Estudiantes de La Plata – 30-04-2024