Alejandro Ikonicoff expone parte de su colección

Alejandro Ikonicoff expone parte de su colección
Alejandro Ikonicoff expone parte de su colección

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Primero, era un groupie.: Desde los 16 a los 28 años asistí a tres recitales al mes. “Rock, punk rock, heavy metal… yo quería ser como Daniel Grinbank. Los que trajo, los vi todos”, dice riendo. Alejandro Ikonicoff, el empresario textil que soñaba con ser productor musical. Pero en 1998, con el lanzamiento del primer reproductor MP3, sintió que “el negocio se había acabado”.

Sin embargo, no fue el final. Al año siguiente, cuando Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico lo invitaron a la inauguración de Belleza y felicidadespacio fundado por Fernanda Laguna y Cecilia Pavón que marcaría a toda una generación de artistas, Sintió que se abría un nuevo camino.

“Era lo que buscaba: tener mi vida ligada a la cultura”, dice Ikonicoff junto a las obras que compusieron la primera exposición de Diego Bianchi en el ICI.Alejandro Guyot

“Era lo que buscaba: tener mi vida ligada a la cultura“, explica ahora, a sus 54 años, rodeado por la 150 obras expuestas y subastadas en Nora Fisch. son parte de una colección que ronda las 700 piezasobtenido en gran medida a cambio de su apoyo como productor artísticoque trabajan juntos como un “récord de época” en torno al hito que marcó 2001.

Año nuevo (2001), de Fernanda Laguna, una de las obras que componen la exposiciónCortesía de Nora Fisch

“La crisis nos encontró como un grupo formado. Era literalmente una comunidad., no era la misma Argentina. Y era saludable porque Todos teníamos el mismo deseo: que algo sucediera.”, recuerda Ikonicoff sobre aquellos tiempos marcados por la sucesión de cinco presidentes en once días, el corralito, la violencia en las calles, las asambleas vecinales y el trueque. “Estimulados por este poder transformador en una ciudad que ardíamuchos de los artistas optaron por artes visuales que buscaban generar significado en el momento de su manifestación”, escribe su curador en el texto que acompaña la exposición. Alejandra Aguado.

Nora Fisch, Alejandro Ikonicoff y Alejandra Aguado en la galería San Telmo Alejandro Guyot

En esa era de aparente anomia y libertad absoluta, añade, surgió un gran número de “proyectos autogestionados o espontáneos” que se abrieron paso en los parques, calles y espacios de la ciudad no necesariamente preparados para la exposición de arte”.

Este fue el caso, por ejemplo, de Luciana Lamotheartista que estos días representa a Argentina en la Bienal de Veneciaquien comenzó a actuar acciones en el espacio publico. Entre ellos, frotar un papel contra diversas superficies urbanas, para dejar su huella a modo de relieve. El resultado ya se puede ver colgado en la galería, junto a otros que compró Ikonicoff en su primer espectáculo en Juana de Arco.

Obras de Sandro Pereira y Diego Bianchi, junto al traje de budín utilizado en el proyecto Fabricantes Unidos, de Eduardo NavarroAlejandro Guyot

Así como Gustavo Bruzzone Compré casi todas las obras de la famosa serie. pop latino de Marcos LópezCuando expuso por primera vez en el Centro Cultural Rojas, y registró con su cámara la escena de los años 90, Ikonicoff se propuso hacer algo similar hacia inicios del nuevo milenio. “El Negro fue mi faro”, reconocer. Fue así Además de la de Lamothe, conservó las exposiciones iniciales de artistas como Diego Bianchi. –en el ICI, convocado por Laura Buccellato-, Diego de Aduriz, Miguel Mitlag, Rosana Schoijett y Fernanda Laguna.

La exposición incluye un recorte antiguo de “Wikipedia, supermercado de recursos, ideas y materiales para el arte contemporáneo”, parodia de las metodologías más utilizadas, presentado por Diego Bianchi en el Premio Arteba-Petrobras en 2007. Alejandro Guyot

El primera muestra que produjo fue el de Leopoldo Estol, en 2005, en Ruth Benzácar. Siguieron experiencias delirantes, como Fuerza y ​​eleganciapromovido en 2007 por el colectivo Rosa Chanchoque consistió en Una fiesta diurna con paseo en limusina por la ciudad.. Y al año siguiente, él mismo ayudó Eduardo Navarro a montar Fabricantes Unidosun proyecto que simuló Una fábrica de pudin en una galería comercial de Once.del cual guarda como recuerdo un traje con forma de pudín.

Detalle del “supermercado” de Diego BianchiAlejandro Guyot

La colección Ikonicoff también registra su paso por los talleres y por las muestras de artistas que, según Aguado, “dejaron una fuerte huella en el desarrollo de las artes visuales desde principios de los años 2000 hasta la actualidad”. Como Adrián Villar Rojas, Gabriela Forcadell, Javier Barilaro, Guillermo Ueno, Cecilia Szalkowicz, Sandro Pereira, Martín Legón, Máximo Pedraza, Max Gómez Canle, Marcelo Galindo, Mónica Heller o Irina Kirchuk. En 2013 se exhibió parte de esta colección con obras de las colecciones de Bruzzone y Esteban Tedesco en Fundación Proa.

Lo que quedó de “Fuerza y ​​Elegancia”, acción impulsada en 2007 por el colectivo Rosa Chancho, que consistió en una fiesta diurna con paseo en limusina por la ciudadAlejandro Guyot

También evoca una atmósfera de época en espacios que dieron forma a la escena del arte contemporáneo a principios del mileniojunto a Belleza y Felicidad –Espacio Giesso, el hotel Boquitas Pintadas, las galerías Ruth Benzacar, Dabbah Torrejón, Daniel Abate, Alberto Sendrós, Foster Catena, Jardín Oculto, Sonoridad Amarilla o Apetito-, y artistas emergentes quienes participaron de las becas Pablo Siquier y Guillermo Kuitca o en premios como Currículum 0 o arteBA-Petrobras.

Amber Passage, una instalación de Juliana Iriart, se mostró por primera vez en la galería Appetite en 2006.Alejandro Guyot

“Todo fue parte de una efervescencia, de una búsqueda que se hizo sin pensar en el sistema, con mucha honestidad. “Estaban interesados ​​en seguir creando”., recuerda Ikonicoff con cierta nostalgia. “Fue un buen negocio”, reconoce también, ya que a cambio de su apoyo financiero -para realizar proyectos y pagar viajes, alquileres y residencias- recibió primeras obras de artistas conocidos de la actualidad. “Preparen tres obras”, les ofreció, y él eligió entre esa selección. Y así siguió, piensa ella, “el germen de lo que fueron como artistas maduros”.

Me sangra la nariz…, de Adrián Villar Rojas (2006)Cortesía de Nora Fisch

En la muestra puedes ver, por ejemplo, Los primeros experimentos de Tomás Espina con la pólvoracualquiera Un esqueleto gigante como decoración para tartas. realizado y fotografiado por Villar Rojas en 2006. Un adelanto de lo que se vería tres años después en la Bienal del Fin del Mundo en Ushuaia: mi familia muerta Se llamaba la ballena de barro de 28 metros de largo, realizada en medio del bosque por el artista que vendría a representar a la Argentina en la Bienal de Venecia.

Detalle de 29 obras sin título (2005), que compusieron la primera exposición de Luciana Lamothe en Juana de ArcoCortesía de Nora Fisch

Hasta, En 2007, Ikonicoff sintió que “No pude soportarlo más”. “Estaba almacenando entre quince y veinte muestras por año.“Recibía tres o cuatro llamadas al mes pidiendo ayuda”, explica. Lo que hacían los artistas jóvenes ya no me atraía mucho, mientras que otros empezaban a tener renombre y ya no necesitaban tanto apoyo, porque había más galerías. Entonces Empecé a preocuparme por lo que iba a pasar cuando les dije que no.”.

La montaña (2007), de Max Gómez CanleCortesía de Nora Fisch

Al año siguiente, mientras asistía a una clínica dirigida por Fabián Burgos, tuvo otra idea: ¿por qué no llevar ese formato de intercambio a los coleccionistas? Fue así que nació en Malba la Clínica de Colección Federalque ya recorrió varias provincias y tendrá su edición número 12 el 29 de junio en la Colección Amalita.

Ikonicoff con obras de Eduardo Navarro que tienen sala propia en Nora FischAlejandro Guyot

La decisión de vender muchas de sus obras responde ahora a una propuesta de la galería Nora Fisch, que aceptará ofertas hasta el 3 de julio, con un precio base, y las asignará al mejor postor. Coincide, al mismo tiempo, con el propio deseo. “Quiero sentir que vivo más ligero –confiesa-. Y también que nos sirva a nivel educativo. Esto me llena de satisfacción porque para eso sirvió todo: poner en valor simbólico lo sucedido en una historia reciente”.

Sin título de la serie Últimas falsificaciones (2005), de Miguel MitlagCortesía de Nora Fisch

Con esa intención habrá charlas relacionadas con la exposición, además del aporte teórico de Aguado. “Gran parte de la producción de este momento”, escribe el curador, “surgió así en el calor del colectivo y como resultado del intercambio y la colaboración. El suyo era un arte democrático. —fue creado con los materiales y métodos que había disponibles, generalmente los más baratos—, Popular por la cercanía de sus imágenes y sagaz en su visión.”.

Sin título (2005), de Máximo PedrazaCortesía de Nora Fisch

Colección Alejandro Ikonicoff. Obras y documentos de la década de 2000., exposición curada por Alejandra Aguado, hasta finales de julio en Nora Fisch (Avenida San Juan 701). Las obras tienen un precio base y se aceptan ofertas hasta el 3 de julio. De martes a sábado de 14 a 19 horas, con entrada gratuita. Festivos consultar horario en [email protected]

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