Por Alex Rossi, corresponsal internacional en Jerusalén
Es un nuevo día en Israel, pero el ataque sin precedentes de Irán ha dejado a este país conmocionado.
Se cerraron escuelas y universidades por razones de seguridad.
Conocimos a las estudiantes Talia y Simona en un café en el oeste de Jerusalén. Dijeron que la crisis era lo único que habían discutido en todo el día.
“Espero que seamos lo suficientemente inteligentes como para que las cosas no empeore y creo que anoche fue una gran victoria para nosotros porque nuestro ejército nos salvó”, dijo Talia.
Los acontecimientos del 7 de octubre aún están crudos, pero el ataque del sábado por la noche ha aumentado la sensación de vulnerabilidad.
“Ambos estábamos muy, muy asustados, estábamos hablando por teléfono, pero creo que después del 7 de octubre siento que ya hemos visto lo peor”, dijo Simona.
Para muchos israelíes, este es un momento crucial: la gente sigue con sus asuntos con normalidad, pero esta es la primera vez en la historia que la nación ha sido atacada directamente por Irán.
Los israelíes “se sienten atrapados”
Nelly Hayat, madre de niños pequeños, estaba con amigos en la calle Jaffa, una de las principales calles comerciales de la ciudad.
“El pueblo israelí se siente atrapado por lo que está sucediendo”, dijo. “Despertamos a los niños a las 2 de la madrugada, salimos corriendo porque no había refugio antiaéreo en la casa y hay que asegurarles a los niños que todo estará bien aunque estén asustados”.
Los israelíes esperaban algo (hubo numerosas advertencias de seguridad en los días previos al ataque), pero la magnitud del ataque ha conmocionado a muchos y ahora la atención se centra en cómo responderá Israel.
