El telescopio espacial James Webb MACETA capturó las imágenes infrarrojas más detalladas hasta el momento de la nebulosa “Cabeza de Caballo”, uno de los objetos más majestuosos y reconocibles del cielo nocturno, informó el lunes la agencia espacial estadounidense.
MIRAR: La NASA confirma que restos de la estación espacial cayeron en una casa en Estados Unidos
Las imágenes muestran la parte superior de la “melena del caballo”, revelando por primera vez las estructuras de pequeña escala en el borde de la gigantesca nube de gas y polvo.
Ubicada a unos 1.300 años luz de distancia, en la constelación de Orión, la silueta icónica de la cabeza de un caballo emerge de lo que parecen ser olas agitadas de espuma interestelar.
Webb, el observatorio espacial más potente jamás construido, es capaz de detectar luz infrarroja con resoluciones sin precedentes y, por tanto, revela objetos que no pueden verse con telescopios ópticos.
“Un equipo internacional de astrónomos reveló por primera vez las estructuras a pequeña escala en la punta iluminada de Horsehead”, dijo la NASA en un comunicado.
A medida que la luz ultravioleta evapora la nube de polvo estelar, las partículas son expulsadas por el flujo de gas caliente, un proceso que el telescopio Webb ha mostrado ahora en acción.
Las observaciones también han dado a los astrónomos nuevos datos sobre cómo el polvo bloquea o emite luz, y una mejor idea de la forma multidimensional de esa nebulosa.
El trabajo es resultado de estudios dirigidos por Karl Misselt de la Universidad de Arizona, y que fueron publicados el lunes en la revista Astronomía Y Astrofísica.
La nebulosa “Cabeza de Caballo” ha fascinado a los amantes del espacio desde su descubrimiento en 1888 por la astrónoma escocesa Williamina Fleming.
Aunque parece oscura con luz óptica, la nebulosa cobra vida cuando se ve a través de longitudes de onda infrarrojas.
Los expertos estiman que la nebulosa “Cabeza de Caballo” desaparecerá en cinco millones de años.