La metafísica es una rama de la filosofía que estudia los problemas centrales del pensamiento: el ser, el absoluto, Dios, el mundo y el alma.
En esta línea, intenta describir las propiedades, fundamentos y condiciones de la realidad, así como su significado y finalidad.
La etimología de la palabra proviene del griego tardío μετὰφυσικά (metafísica), que significa “más allá de la física”, más allá de lo natural.
Actualmente, la metafísica ha dado lugar a interpretaciones de carácter místico-esotérico, que buscan dar respuestas a nuestras inquietudes espirituales, y que se acercan más al campo de la autoayuda y el ocultismo que al de la filosofía. Conny Méndez es una de sus autoras más destacadas.
En un mundo cada vez más inmerso en la ciencia y la tecnología, puede parecer anacrónico hablar de algo tan abstracto y lejano como la metafísica. Sin embargo, esta rama de la filosofía, que se dedica a cuestionar la naturaleza fundamental de la realidad, sigue siendo de capital importancia en la actualidad.
Lejos de ser una reliquia del pensamiento antiguo, la metafísica sigue siendo una parte constitutiva del discurso filosófico y científico, proporcionando los cimientos sobre los que se construyen nuestras concepciones de la existencia, el conocimiento y la identidad. La metafísica nos proporciona marcos teóricos para cuestionar y explorar las implicaciones más profundas de desarrollos que van desde la inteligencia artificial hasta la física cuántica.
Si bien los orígenes de esta disciplina se remontan a la filosofía griega antigua con filósofos como Parménides, Platón y Aristóteles, su relevancia persiste a lo largo de los siglos, adaptándose y evolucionando en respuesta a los cambios en nuestra comprensión del mundo.
¿Qué son los decretos metafísicos?
Los decretos metafísicos son declaraciones positivas como “yo soy” que se utilizan para manifestar cambios en nuestras vidas.
Estas declaraciones van más allá de simples palabras; Son declaraciones que se hacen con profunda convicción y fe en su capacidad para cambiar la realidad.
Cuando se usan consistentemente y con un objetivo específico, los decretos metafísicos pueden influir en nuestra mente subconsciente y en el universo, atrayendo lo que deseamos, como se explica en las enseñanzas de los maestros ascendidos.
Se cree que esta práctica aprovecha la ley de la atracción, que explica que atraemos lo que pensamos y sentimos.
Ejemplos prácticos de decretos metafísicos:
“Yo soy la paz”. Las personas adecuadas llegan a mi vida para ayudarme a alcanzar mis objetivos.
“Yo soy salud”. Me despierto cada mañana más vital y saludable
“Yo soy abundancia”. Una ráfaga de abundancia fluye hacia mí cada mañana.
“Yo soy la prosperidad”. Cada rayo de sol que toca mi cuerpo me está dando información de prosperidad.
“Yo soy el éxito”. Estoy caminando hacia el éxito en todos los ámbitos de mi vida.
Repite tu decreto todos los días, varias veces al día. La repetición constante refuerza la creencia y la intención.
Beneficios de incorporar estos decretos a tu vida:
- Mejora la autoestima: Los decretos metafísicos fomentan una mentalidad positiva y la creencia en tus capacidades, lo que puede mejorar significativamente tu autoestima.
- Reducción del estrés: al centrarse en pensamientos positivos y en sus objetivos, puede reducir el estrés y la ansiedad en su vida diaria.
Esto te permitirá ver oportunidades donde antes solo veías obstáculos. - Atracción de lo deseado: La práctica constante de decretos metafísicos te ayudará a crear nuevas redes neuronales, reemplazando viejos pensamientos negativos por nuevos pensamientos positivos y de alta vibración.
