«La comunidad médica internacional tiene que hacer una tarea propagandística muy grande»
Justo Hernández es catedrático de Historia de la Medicina en la Universidad de La Laguna. Doctorado por la Universidad de Valencia con la tesis Cristóbal de Vega y su Liber de arte medendi, decidió dedicarse a la medicina debido a su continua inclinación hacia las ciencias naturales y las ciencias de la vida. Luego de graduarse, sirvió en el ejército, algo que define como un desafío en su carrera, brindando sus servicios en urgencias y realizando triaje, método de selección de pacientes en emergencias. Desde que comenzó la pandemia de Covid-19 comenzó a trabajar en investigaciones sobre el desarrollo del virus y su inmunización, hasta el día de hoy.
Dentro de la medicina militar, se define como una experiencia triste. En él aprendió realmente lo que era la medicina, porque primero debía seleccionar y cuidar, bajo su propio criterio, a aquellos que podían salvarse. Finalmente decidió dedicarse a la docencia, ya que no veía la idea del triaje como su verdadera vocación. Después de dos años estudiando Latín y Humanidades en Roma, descubrió que su pasión era la enseñanza.
Para Hernández, “la educación pública está en decadencia”. Esto se debe a varios factores: falta recursos, inversión, no hay nuevos docentes y muchos de los que hay se jubilarán en 2030. El riesgo es que la universidad pública pueda quedarse casi sin docentes para ese año. Sin embargo, sigue siendo optimista porque para él “todavía tenemos el gran valor de los estudiantes”.
«El sistema educativo público está en una gran crisis»
También dice que los estudiantes de hoy están mucho más preparados y motivados. Sin embargo, explica que “lo más importante para ser médico no es obtener el alta, sino poder atender a una persona enferma”.
Desde el inicio de la Covid-19 en 2020, Hernández ha realizado numerosas investigaciones sobre el avance de esta pandemia y su vacunación hasta la fecha. Cuenta cómo al principio se dio por sentado que el Coronavirus no afectaría directamente a España, lo que para él fue un gran error. Explica que “si se hubiera tenido en cuenta desde el principio, y se hubieran tomado las medidas necesarias a tiempo, no habría habido tantas muertes”.
«El principal error de las autoridades sanitarias fue no alarmarse»
Por sus conocimientos y formación ve recomendable continuar con la vacunación contra el Covid-19 por un tiempo. Para el catedrático “todavía no sabemos si puede haber más rebrotes o nuevas circunstancias que empeoren la situación”. Asimismo, sostiene que “solo con la primera dosis se salvaron más de 700.000 vidas. “Es importante que la gente sepa que, gracias a esta vacuna, se han reducido hasta la fecha un 57% las posibles muertes por pandemia, más de 1,4 millones de vidas”.
Además, para él, “hay que tener en cuenta que la pandemia de coronavirus muy probablemente proviene de una manipulación humana, un accidente de laboratorio, por lo tanto esa es una razón más para vacunarse”. El docente no prevé que sean necesarias muchas vacunas, pese a afirmar que, tras numerosas investigaciones, puede decir con certeza que el coronavirus es una pandemia artificial.
