México ha comenzado a brillar con su propia luz en el mapa global de energía renovable. En un movimiento estratégico que podría redefinir alianzas internacionales, la Unión Europea ha puesto sus ojos en nuestro país para forjar un nuevo camino de energía conjunta. A continuación, exploramos cómo y por qué esta cooperación está tomando forma.
Europa encuentra un nuevo aliado energético en México
La Unión Europea y el Ministerio de Energía de México han dado un paso firme hacia una colaboración que busca fortalecer las políticas verdes entre los países. Durante una reciente reunión bilateral, ambas partes acordaron que la administración de Claudia Sheinbaum ha lanzado una agenda que promete acelerar el uso de fuentes limpias y renovables.
Aunque México comenzó su transición energética hace solo una década, la UE reconoció el potencial de los proyectos actuales para cumplir con los compromisos del Acuerdo de París. El objetivo inmediato es alcanzar el 35% de la generación de electricidad con tecnologías no fósiles, un objetivo establecido en la prospectiva de energía renovable 2016-2030.
Este renovado interés ha sido tan contundente que el acuerdo comercial entre México y la UE incorporará un capítulo de energía. Este documento está cerca de ser firmado y ratificado por ambos parlamentos, lo que dará fuerza legal a una cooperación que priorice la sostenibilidad.
Un giro en las alianzas de energía global

Este enfoque entre Europa y México no es accidental. Está precedido por un distanciamiento con los Estados Unidos, principalmente causado por el regreso del poder de Donald Trump y su insistente defensa de los combustibles fósiles.
Durante el mandato de Joe Biden, Estados Unidos alcanzó logros notables: 135 nuevos proyectos solares y eólicos, y un aumento del 47% en la capacidad de almacenamiento de energía. Sin embargo, Trump ha declarado abiertamente su intención de revertir esa tendencia, priorizando el petróleo y el gas con cualquier avance en energía limpia.
Este retroceso ha generado preocupación entre los países europeos, que consideran la sostenibilidad como una prioridad innegable. Dado este panorama, México surge como una opción más confiable para avanzar en el desarrollo de proyectos de energía renovable a largo plazo.
México toma el liderazgo verde en América

La decisión de la UE de fortalecer su cooperación con México representa una oportunidad histórica. Más allá de las cifras y compromisos, lo que está en juego es el liderazgo en una transición energética que definirá el curso del planeta en las próximas décadas.
Si México logra consolidar esta alianza y cumplir con sus objetivos verdes, no solo obtendrá influencia internacional, sino que también tendrá la oportunidad de demostrar que apostar en el futuro sostenible es más efectivo que aferrarse al pasado fósil.