La inteligencia artificial (IA) solo puede entenderse y tiene sentido si son las personas detrás de todos esos procesos. Y allí España tiene una oportunidad histórica para atraer talento y promover un tejido productivo que utiliza e incorpora esta tecnología en sus operaciones. Porque si se hace bien, los beneficios obtenidos por los ciudadanos son extraordinarios. Esta fue una de las principales conclusiones que se abordaron en la primera tabla de la II Día de inteligencia artificial: transformando el presente, creando el futuroOrganizado el 30 de abril por Eldiario.es en Madrid.
Ocurre en el campo de las telecomunicaciones, por ejemplo, en el que el uso de IA es intensivo. “La inteligencia artificial ha cambiado nuestra forma de trabajar”, admitió el director de IA y la estrategia de datos en Masorange, Adraán Bertol. En el campo del servicio al cliente, por ejemplo, esta tecnología ayuda a la empresa a transcribir y comprender todas las llamadas y comunicaciones que recibe de sus usuarios. “Es un salto increíble, porque pasamos de presuponer lo que los clientes quieren comprender realmente lo que necesitan de nosotros. Y eso nos permite tomar medidas y mejorar Nuestro servicio”, explicó.
Para aprovechar con éxito la capacidad de la IA, Masorange ha lanzado un programa para que todos sus empleados, incluidos aquellos que trabajan en sus propios centros de contacto, puedan y sepan cómo usarlo. Por lo tanto, la capacitación es esencial para avanzar hacia nuevos profesionales, no solo del sector técnico– Capaz de trabajar con AI, cuya demanda de las empresas es imparable. “Es necesario que desde las instituciones educativas y el nivel público hay inversión en este tipo de perfiles”, defendió Bertol.
Es en este punto donde el compromiso de capturar el talento tiene más sentido que nunca. La forma de vida, el clima y la cultura son factores que actúan como un imán para atraer profesionales bien tratados a nuestro país. Además, si España es capaz de las PYME, que representan el 99% de la tela productiva, el acceso a la IA de una manera simple y natural, la ocasión de ubicarse en la vanguardia tecnológica y económica -garde es única. “Para lograr esto, se necesitan inversión, colaboración público-privada y soberanía en el uso de la inteligencia artificial”, recordó el jefe de Masorange.
Vigilancia más segura
Otra área en la que la IA juega un papel principal es el de seguridad, como lo explica el director de inteligencia del cliente en Securitas Direct, Ekaitz Barrenetxea. Con una experiencia acumulada de tres décadas, esta compañía basa su filosofía en la suma de la tecnología y las personas. Su propia arquitectura de datos y la aplicación de algoritmos predictivos permiten que esta compañía, en solo 500 milisegundos, evalúe el riesgo de intrusión que proviene de la señal de sus dispositivos de alarma distribuidos en las casas de sus clientes.
Esto es clave, ya que sus especialistas pueden actuar más agilidad cuando surge una incidencia y tomar mejores decisiones. “Con estos modelos de idiomas, podemos analizar mucho más rápido todas las interacciones que tenemos con nuestros clientes y adaptarnos a lo que necesitan para protegerlos aún mejor”, dijo Barrenetxea. El hecho de poder segmentar e hiperpersonalizar las consultas que las alcanzan permite a Securitas multiplicar su efectividad. “Vemos a la IA como una tecnología al servicio de las personas. Nuestro objetivo es continuar evolucionando y mejorando tanto dispositivos como algoritmos”, dijo el invitado. A lo largo de este proceso, el papel de los expertos en seguridad de la empresa es esencial. No solo tratan y hablan con los usuarios: también garantizan la seguridad de las personas.
Para Barrenetxea, la colaboración de esferas públicas y privadas es la única opción para que la sociedad aproveche al máximo la IA y otras tecnologías. Por un lado, las administraciones deben favorecer la inversión y la regulación. Por otro lado, las empresas tienen que presentar su parte para implementar con éxito estas estrategias dentro de su organización sin perder de vista a sus clientes.
La importancia del factor humano estuvo presente en todos los mensajes que fueron tratados en esta tabla de discusión. El Director General de Inteligencia Artificial del Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, Aleida Alcalde, dijo que “la capacidad de supervisión humana de los sistemas no debe perderse”. En su discurso, enfatizó que las administraciones públicas deben asegurarse de que nadie se quede atrás, y democrático el uso de estas tecnologías por parte de todos los ciudadanos. “Debemos enseñarle a la más joven que la IA es una máquina y que no pueden perder el control en ningún momento”, agregó.
Por su parte, el Director de Transformación Digital. En su opinión, la IA es “como una caja, en la que según la calidad de qué objetivos, por lo que sale”. Ante esta realidad, concluyó Arias, es necesario hacer un esfuerzo adicional para que los datos que se introducen en esos modelos “no son sesgados” y no dejan ningún colectivo vulnerable fuera del mercado laboral.