El historiador y crítico de arte Santiago Martínez considera que, en la actualidad y en comparación con los hombres, “el espacio que las mujeres ocupan en el mundo del arte está bastante equilibrado, ponderado”. No siempre ha sido así. Invitado por la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA), que organizó una jornada sobre la mujer en el mundo del arte, Santiago Martínez ofreció a su auditorio una panorámica histórica sobre la presencia femenina en el arte universal, empezando su charla por “La gran odalisca” de Ingres, de 1814, “una obra fundamental de la historia del arte”, que es un buen ejemplo de como en esa época las mujeres eran “musas, inspiradoras, modelos”.
Desde ahí Santiago Martínez, que colabora en el suplemento “Cultura” de LA NUEVA ESPAÑA, dio un gran salto temporal, hasta las Guerrilla Girls, un colectivo de mujeres artistas que en 1989 creó el popular cartel en el que intervenían la canónica imagen de la odalisca y lanzaban una pregunta: “Do women have to be naked to get into the Met. Museum?” (¿Tienen que ir desnudas las mujeres para entrar en el Metropolitan Museum?).
Partiendo de ese planteamiento, Santiago Martínez fue siguiendo la pista de las mujeres en el arte a lo largo de los siglos, empezando por referencias remotas e indispensables, como Artemisia Gentileschi y Angelica Kauffmann, en el siglo XII, y, aún más atrás, Hildegarda de Bingen, en el XII. Continuo luego por el siglo XIX, con Hilma af Klint, con una obra de una “modernidad absoluta” con la que se adelantó a Kandinsky. Entonces explicó como, con la irrupción del arte abstracto, se produjo “una disociación radical entre el artista y la sociedad” y que, para reconectarlos, surgieron figuras como los diletante, filántropos, galeristas, comisarios, coleccionistas. Cito a Gertrude Stein y a Peggy Guggenheim, entre las grandes coleccionistas; a historiadoras como Estrella de Diego y Victoria Combalía –y en Asturias, a Julia Barroso, Ana Fernández y Soledad Álvarez–; a teóricas como Rosalind Krauss y Lucy Lippard, incluso a Susan Sontang que, en su ensayo “Contra la interpretación”, dotó de un valor determinante los aspectos formales de la obra de arte.
La mejor comisaria de arte
La lista que Santiago Martínez desgranó de mujeres decisivas en la historia reciente del arte, entre ellas muchas españolas y algunas asturianas –entre ellas la gijonesa Semiramis González, que es, en su opinión, la mejor comisaria de arte asturiana–, fue amplísima.
Algunas de ellas asistieron a la charla, sentadas entre el público. Fue el caso de la artista Elena Rato, las galeristas Diana Llamazares y Guillermina Caicoya. “Creo que no hay comunidad en España que tenga tantas galerías y galeristas como Asturias”, comentó sobre la marcha. También estuvieron en la jornada, entre otras muchas personalidades de ese ámbito, la crítica y comisaria de arte gallega María Von Touceda, las coleccionistas Dolores Moreno e Isabel Viña Olay y el presidente de Amigos del Museo de Bellas Artes, Alfonso Martínez.
La FEDA organizó esta jornada en colaboración con el Sabadell Herrero, que estuvo representado por Alfredo Fernández y Carmen Vilabrille.
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