
El arte es una parte integral de la cultura e historia, y las valiosas obras de arte a menudo se exhiben en los museos para que el público pueda apreciarlos. Sin embargo, estos tesoros culturales también son vulnerables al daño accidental.
Recientemente, un niño causó daños a una pintura de Mark Rothko, titulada “Gray, Orange on Garnet, No. 8”, mientras estaba en exhibición en el Museo Boijmans Van Beuningen en Rotterdam. La pintura, valorada en aproximadamente 50 millones de euros, sufrió un daño superficial que ahora requiere una restauración cuidadosa.
El incidente ocurrió durante una visita pública al museo. Según la declaración del museo, el niño tocó la pintura en una “sin vigilancia”, lo que resultó en pequeños rasguños visibles en la capa de pintura no adornada en la parte inferior del trabajo.
El museo ha eliminado la pintura de la exposición y ha solicitado la ayuda de expertos en conservación tanto en los Países Bajos como en el extranjero para evaluar el daño y planificar los próximos pasos para su tratamiento.
La pintura de Rothko fue valorada en 50 millones de euros por el coleccionista de arte holandés Bert Kreuk hace tres años. Sin embargo, el museo no ha revelado el costo estimado de reparación o quién asumirá estos costos. La restauración de las obras de arte de este calibre puede ser extremadamente costosa y tomar mucho tiempo. Por ejemplo, en 2012, otra pintura de Rothko, “Black on Garnet”, fue destrozado en el Tate Modern de Londres, y la reparación costó aproximadamente 200,000 libras y tomó 18 meses.