El verdadero drama de los actores de ‘The Blair Witch Project’

El verdadero drama de los actores de ‘The Blair Witch Project’
El verdadero drama de los actores de ‘The Blair Witch Project’

En 1999 y con un ridículo presupuesto de sólo 35.000 dólares, la película de terror El proyecto de la bruja de Blair Se convirtió en una de las obras más relevantes del género y en uno de los fenómenos de taquilla más inesperados de la historia del cine. Sus protagonistas fueron tres actores no profesionales, Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard, que interpretó a tres jóvenes que se aventuran en un bosque de Maryland para documentar una leyenda local. La película pretendía reproducir el metraje encontrado que los propios protagonistas grabaron con una cámara antes de su desaparición.

La película dirigida por Eduardo Sánchez y Daniel Myrick generó miedo en los espectadores, acumuló millones en taquilla y enormes ganancias para Artisan, la productora que compró la película realizada por el independiente Haxan. Mirick y Sánchez entrenaron a los tres jóvenes para manejar las cámaras y los dejaron en el bosque con una serie de instrucciones mínimas para seguir el guion. El resto, improvisación. En aquel momento, el carácter amateur del proyecto llevó a los actores a aceptar el uso de sus nombres reales -para que el resultado fuera más realista- porque creían que sólo se iban a utilizar diez minutos de metraje, como prometieron los realizadores. Lo filmado por los protagonistas del falso documental terminó siendo la película completa.

El éxito de la película fue inesperado y Heather Donahue se vio en la circunstancia de ver su rostro en carteles promocionales mientras dormía en su Toyota y subsistía con lo mínimo. Todos guardaron silencio ante el éxito de la película y pensando que serían recompensados, pero Artisan apenas les envió una cesta de frutas cuando la película superó la barrera de los cien millones. Ninguno de los actores fue compensado adecuadamente entonces ni lo ha sido ahora, y lo han hablado abiertamente en un extenso reportaje publicado por Variedad.

Para mantener la ilusión de la desaparición real de los tres jóvenes, la productora que adquirió la película prohibió a los actores conceder entrevistas o aceptar cualquier trabajo posterior. Leonard fue elegido para otra película, pero le advirtieron que no debía revelar que era actor. Donahue reveló las circunstancias del rodaje y fue duramente reprendido. En aquel momento, ninguno de ellos pudo beneficiarse económicamente de la gran sensación del cine de finales de siglo, ni pudo aceptar trabajos posteriores a pesar de haber estado tan íntimamente involucrados en la película, e incluso rodarla ellos mismos. Sus rostros y nombres reales se utilizarían a lo largo de los años sin consulta ni compensación.

Después de 25 años de pleitos, estrés y humillaciones, el trío ha salido a la palestra debido al anuncio de una nueva versión de la película, de la que a estas alturas no esperan recibir beneficio alguno. Por eso la “desaparecida” de la Bruja de Blair pidió el 20 de abril “consultas significativas” sobre cualquier proyecto futuro relacionado con la franquicia y pidiendo el pago de residuales retroactivos y futuros. La carta abierta no ha recibido respuesta.

En 2004, con el estreno de la primera secuela del éxito inicial, el trío logró llegar a un acuerdo con Artisan para el pago de 300.000 dólares durante varios años, muy lejos de las decenas de millones de dólares generados por la película. Ese fue el único contacto de la empresa que adquirió los derechos con los protagonistas durante décadas. Por aquel entonces sólo uno de los tres, Leonard, ha seguido de alguna manera vinculado a la industria cinematográfica.

Williams dice en la publicación que se siente “avergonzado por haber dejado que esto me pasara a mí”, mientras que Leonard dice entre lágrimas de ira que se ve a sí mismo como un “maldito perdedor” a pesar de estar en la “película independiente más exitosa de todos los tiempos”. Todos ellos han pasado por graves dificultades económicas durante estos años y algunos incluso han perdido su casa y sus propiedades en una inundación. Desde hace 25 años están desaparecidos, al igual que sus personajes.

 
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