La película del tiburón en París nada en aguas contenidas y también en aguas desatadas

La película del tiburón en París nada en aguas contenidas y también en aguas desatadas
La película del tiburón en París nada en aguas contenidas y también en aguas desatadas

El tema de tiburón Atrae, y nunca faltan propuestas más o menos llamativas por su curiosidad o exageración. En las profundidades del Senalanzado en netflixjuega con la ocurrencia y el giro mostrando lo que sucede cuando un Un enorme tiburón decide instalarse en aguas parisinas.

La película francesa está firmada por Xavier Gensdirector de títulos como el extremo Frontera(s)la primera versión cinematográfica de Hitman, Aislado, La crucifixiónel español piel fría y la serie Pandillas de Londres. El Bérénice Bejo estrellasactriz recordada por El artista cualquiera Último. El argentino interpreta a un investigador que lamentablemente ya sabe de lo que es capaz ese tiburón. La acompaña Nassim Lyes, el policía que intenta que la operación sea un éxito.

Reseña de En las profundidades del Sena

En las profundidades del Sena

Bérénice Bejo y Nassim Lyes, en una imagen de ‘En las profundidades del Sena’
(Netflix)

En las profundidades del Sena O lo que es lo mismo, un tiburón en el icónico río de París. La idea suena loca y delirante.y por supuesto la película de Xavier Gens juega con ese factor en el sentido de que no pretende llegar a los límites de la parodia y el descaro de la franquicia. Sharknado y similares. Entretiene y distrae, aunque sin llegar a una visualidad óptima ni en su canal de aficiones ‘serias’ ni en su faceta desatada.

Él Prefacioasí se combina y concentra, anticipa e ilustra el repertorio de elementos que el usuario de Netflix se va a encontrar: algunos detalles visuales atractivos (la protagonista saliendo del agua con la boca ensangrentada tras salvarse milagrosamente), exageraciones (cuando comienza a hundirse enganchada al tiburón), efectos digitales correctos y otros que No convencen, la carga emocional del carácter, el discurso ecologista y las notas indicativas de lo lúdico y festivo (el brazo cercenado con la alianza, el tiburón enfurecido, la bola de cristal parisina entre la basura que contamina el océano).

La película, con inequívocos rasgos de producción del cine de plataforma, aplica un estructura construida sobre aspectos clásicos. Así lo indican la colaboración entre la perita y la Policía (aquí la Brigada Fluvial), el reencuentro de la investigadora con la situación que tanto dolor le causó (la sorprendente reaparición de aquel tiburón, hembra por cierto y llamada Lilith) o el hecho que la amenaza que ha surgido se debe a la adaptación darwiniana y natural al medio en un mundo afectado por la acción del hombre.

Sobre esa base, En las profundidades del Sena Ofrece momentos en los que llega a lo más alto. de acuerdo con lo que pide su premisa. La cumbre a este respecto tiene lugar en un pasaje en el que Gens bebe del Piraña 3D de su compatriota Alexandre Aja. Muertes y desmembramientos ocurren en el marco del tumulto, los gritos, los nado desesperados y el caos por sobrevivir. Un apartado que desencadena la escandalosa imagen de la serie B, en la que Lilith se traga (merecidamente) a la ‘Greta Thunberg’ de la historia.

Este tipo de ‘ramalazos’ divertidos vuelven por ejemplo cuando el tiburón golpea el barco de la policía y sus ocupantes son desechados. La resolución entre explosiones y la situación en la que la capital francesa acaba buscando impulsar el mismo tono, pero no lo consiguen. Lo expuesto entonces es conceptualmente sugerente (debido a la magnitud post-apocalíptica) pero su expresión no atrae tanto.

Si el reciente (y sí, vengativo) tiburón Negro habló de la venganza de la naturaleza (con un megalodón como encarnación de la maldición de un dios azteca), En las profundidades del Sena También está asignado al eco-horror. jugando con las consecuencias del impacto humano y, en el proceso, izando la bandera medioambiental y concienciando sobre el omnipresente cambio climático, etc. Un planteamiento ya anunciado en el prólogo, que muestra que inicialmente Lilith y sus parientes viven bajo un ‘continente’ de basura en el Pacífico.

Él el habla se canaliza correctamente a través de del perfil y postulados del investigador interpretados por Bérénice Bejo, actriz que representa la parte seria de la historia. En cambio, la canalización ambiental a través del joven activista El parisino cae en la categoría de molesto y gravoso. Esa escena de tu discurso publica en redes mientras los destinatarios de su mensaje asienten ante la pantalla del móvil… El idealismo y el compromiso juvenil con causas que se consideran justas se transforman en temeridad y estupidez. Por eso celebrar la forma abrupta en que la película ‘despacha’ esta ruta secundariapero no sus resonancias, evidentes en el sentido de que conllevan el cierre y la catástrofe global expuesta durante los créditos.

En cuanto a las ideas de género, seducir lo revelado en la autopsia realizada a un ejemplar así como sus locas consecuencias en términos de reproducción y proliferación. Asimismo, resulta grato que la obra recoja la Factor catacumbas parisinasque activa en la memoria del aficionado el recuerdo de lo interesante En la tierra como en el infierno.

En el campo complementario, En las profundidades del Sena cae densamente en el retrato del alcaldeque en ningún momento se plantea suspender el triatlón que se va a realizar en las aguas del río por los beneficios económicos y de imagen (personal) que implica. Al cine siempre le gusta resaltar la esencia de la mayoría de los políticos, pero aquí la caricatura no funciona. Más allá de esto, lo que hace el dirigente con el triatlón no se refiere casualmente a lo que sucede cuando el alcalde de la fundamental Tiburón se niega a tomar la alerta y abandonar la playa.

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