Ciper Chile publicó un nuevo reportaje donde aborda la historia de un inmueble propiedad de la familia del senador del PS, fidel espinozaen Puerto Montt, que es una trama compleja que se extiende a lo largo de décadas y abarca diferentes aspectos, desde desde la adquisición inicial de terrenos hasta transacciones inmobiliarias recientes y relaciones con empresas constructoras y entidades vinculadas a proyectos de vivienda social.
La raíz de esta historia se remonta a los años de la Unidad Popular, cuando el padre del senador, Luis Espinoza, era diputado del PS y participó en la ocupación de terrenos en Chinquihue, Puerto Montt. En ese contexto, Luis Espinoza logró obtener una promesa de venta de la Sociedad Ganadera de Aysén para adquirir un terreno a bajo precio. Sin embargo, tras el golpe de Estado, Luis Espinoza fue ejecutado, y su familia enfrentó una batalla legal para hacer efectiva esa promesa de venta.
Finalmente, en 1982, Las 109 hectáreas de terreno quedaron registradas a nombre de la sucesión de Luis Espinoza, pasando a ser patrimonio de la familia Espinoza Sandoval. Con el paso de los años, el valor de estas tierras ha aumentado significativamente, especialmente después de un cambio en el Plan Regulador Comunal en 2009, lo que permitió su desarrollo inmobiliario cambiando su uso de suelo de agrícola a urbano.
En noviembre de 2017, La familia Espinoza Sandoval vendió una parte de estos terrenos a dos empresas inmobiliarias propiedad de José Miguel Martabid, por un total de $4,200 millones. Este negocio no había sido transparente previamente por el senador Fidel Espinoza, quien afirmó no haber participado en las negociaciones y haber sido su hermano Ramón quien estuvo a cargo del proceso.
Sin embargo, la relación del senador con José Miguel Martabid y sus empresas va más allá de esta transacción. Espinoza ha sido identificada como promotora de proyectos habitacionales que desarrolla la empresa Martabid, así como reuniones y procedimientos relacionados con estas iniciativas. Además, su primo, Claudio Flores Sandoval, ha sido señalado como cabildero de una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS) que ha trabajado en proyectos vinculados a Martabid.
La falta de transparencia en estas relaciones, así como las discrepancias en las declaraciones patrimoniales del senador, han generado críticas y sospechas sobre posibles conflictos de intereses. Por ejemplo, si bien la valoración fiscal de la tierra en cuestión se estima en cerca de 30.000 millones de dólares, La última declaración de intereses y patrimonio del senador indicó un valor significativamente menor, lo que ha llevado a dudas sobre la exactitud y veracidad de estas declaraciones.
Además, el medio señala la deuda acumulada en aportes al terreno, que supera los 1.000 millones de dólares, y la disputa con el Servicio de Impuestos Internos (SII) por la determinación del impuesto, han generado tensiones adicionales para la familia Espinoza Sandoval.
En medio de estas controversias, El senador ha defendido su actuación, argumentando que no ha habido ocultación intencionada de su patrimonio ni conflicto de intereses en su actuación. Sin embargo, la complejidad y opacidad de las relaciones entre el senador, su familia y las empresas inmobiliarias involucradas, así como las discrepancias en las declaraciones patrimoniales, Plantean cuestiones sobre la ética y la transparencia en la política y la gestión de los recursos públicos.
El senador dijo a CIPER: “Una hectárea hoy debería costar más de 300 millones de dólares. Esto es lo que creemos que debería ser válido, pero las 60 hectáreas no son para vivienda, porque hay mucho terreno que tiene pendientes y barrancos. Entonces, hay un área de 15 o 20 hectáreas que no son utilizables para habitar”.
