Washington (EFE).- Elon Musk confirmó este martes que desvió procesadores fabricados por Nvidia para aplicaciones de inteligencia artificial (IA) destinados a Tesla a dos de sus empresas, la red social filtrada por la cadena estadounidense CNBC.
En su cuenta X, Musk justificó la decisión: “Tesla no podía usar chips Nvidia, por lo que los habrían almacenado. La extensión sur de Giga Texas está casi completa. Contendrá 50.000 H100 para entrenar FSD (Full Self Driving, el sistema de asistencia a la conducción de Tesla)”.
Musk exageró para obtener los productos
CNBC reveló correos electrónicos a los que ha tenido acceso, en los que Nvidia (principal productor de chips para aplicaciones de IA del mundo) señala que Musk, CEO de Tesla, “exageró” los planes de Tesla para hacerse con los procesadores.
A diferencia de Tesla, que es una empresa que cotiza en bolsa, X y xAI son propiedad personal de Musk.
En abril, Musk aseguró a los inversores de Tesla que para finales de año adquiriría decenas de miles de procesadores Nvidia, llamados H100, y que Tesla invertiría 10.000 millones de dólares en el desarrollo de la IA.
Uno de los correos electrónicos de Nvidia al que ha tenido acceso CNBC, fechado en diciembre de 2023, afirma que Musk “está priorizando la instalación de GPU H100 en X en lugar de Tesla” al redirigir las 12.000 GPU H100 a la red social destinada a Tesla en diciembre.
“A cambio, los pedidos originales de X de 12.000 H100 para enero y junio serán redirigidos a Tesla”, añade el memorándum.
Las acciones de Tesla abrieron a la baja este martes tras la publicación de la información de CNBC.
Plan de pago
El 13 de junio, Musk se enfrenta a una votación decisiva de los accionistas de Tesla, que tienen que decidir si respaldan su controvertido pago en opciones sobre acciones de la empresa por valor de unos 50.000 millones de dólares.
El pago, resultado de un acuerdo de 2018 entre Musk y la junta directiva de Tesla, fue anulado en enero de este año por un juez estadounidense, que determinó que era excesivo y fue aprobado sin que los accionistas tuvieran la información adecuada.
Antes de la votación del 13 de junio, al menos dos grandes empresas asesoras estadounidenses recomendaron a los accionistas oponerse al pago de la compensación, considerada una de las más altas de la historia del país.
