Cada vez se popularizan más principios activos, diferentes tipos de sérums y tónicos y toda una serie de productos “imprescindibles” que se van añadiendo a los hábitos diarios de cuidado facial. El armario del baño apenas tiene espacio suficiente para cobijarlos, pero parece que cuanto más reciba la piel, mejor estará. Y este es un error clásico. La rutina perfecta de cuidado de la piel es sencilla y no requiere demasiados pasos. Principalmente si se trata de una piel sin problemas o necesidades muy específicas como manchas o acné, además de otras enfermedades de la piel.
A la hora de armar una rutina de cuidado facial, los tres pilares a tener en cuenta son la edad, si la piel tiene o no imperfecciones y de qué tipo son, y el tipo de piel del que se trata. Teniendo todo esto en cuenta, lo mejor es acudir a un profesional, quien será el encargado de guiarte a la hora de diseñar una rutina de cuidado de la piel sencilla y eficaz.
Los cuatro pasos básicos de una rutina de cuidado de la piel
“Si tienes una rutina de cuidado de la piel matutina con doce pasos, solo estás desperdiciando tu vida e impidiendo que otra persona use el baño”, muestra la dermatóloga Shereene Idriss en un vídeo de su cuenta de TikTok. La especialista insiste en que lo más importante es llevar a cabo hábitos de cuidado facial que sean sencillos pero efectivos. Y, para conseguirlo, sólo necesitas cuatro pasos básicos.
Los pasos para una rutina de cuidado de la piel sencilla y eficaz
1
Un producto antioxidante. El objetivo de este tipo de cosméticos es combatir los daños que recibe la piel al exponerse al sol.
2
Un sérum específico para las necesidades de la piel. Ya sean alteraciones en la pigmentación, acné, cicatrices, rojeces y cualquier otro tipo de imperfecciones faciales. En todos estos casos, el dermatólogo aconseja añadir algún producto tipo sérum que esté enfocado a tratar y mejorar esa necesidad particular que presenta el rostro.
3
Hidratante. Sin embargo, llegados a este punto, el dermatólogo especifica que no siempre será imprescindible un producto hidratante. En concreto, este paso podría ignorarse en casos de personas con piel muy grasa o en situaciones donde haya mucha humedad en el ambiente.
4
Protector solar. “Lo no negociable”, como lo define Shereene Idriss. Si no se utiliza este producto, cualquier otro cuidado que se le dé a la piel será “inútil”, afirma. Entonces, si hay un paso que siempre se debe priorizar y no omitir es aplicar protector solar.