“Casa Betania es administrada con un recurso humano de voluntarios, entre ellos médicos, enfermeras, psicólogos, la mayoría son personas que no tienen experiencia ni formación en salud. Se les da un curso exprés para capacitarlos y brindarles los conceptos básicos del cuidado de los enfermos, y en Casa Betania tienen que realizar todas las actividades propias de lo que hace la familia cuando tiene un enfermo en un hogar”, él dijo.
Y agregó: “Es decir, administrar medicamentos, ayudarlos a asearse, tender la cama, limpiar la casa, preparar la comida, ayudarlos a alimentarse si no pueden hacerlo solos. Algunos los sacan a caminar un rato, desarrollan actividades lúcidas…”
Además destacó el gran corazón de muchos vecinosque incluso en tiempos de crisis y en una sociedad que vive a un ritmo frenético, siempre están disponibles con la mejor disposición.
“Aunque parezca mentira, cada vez que pedimos colaboración, disponibilidad económica o de tiempo, siempre se nos acerca gente de todas las condiciones sociales, algunas acomodadas económicamente pero también otras muy humildes. Personas que tienen vocación de servicio, hay muchas más personas de las que uno imagina en nuestra comunidad con esa generosidad”, destacó.
los horarios
Finalmente, indicó que se requerirán voluntarios “al menos una vez por semana en un turno estimado de 4 horas, que puede ser de 9 a 13 o 15 horas, de 15 a 17 horas, o de 17 a 21 horas. , de 9 a 9, están reservados para cuidadores remunerados, el único personal contratado que tenemos”, concluyó.
Los interesados deben llamar al siguiente número de teléfono 2995865030.
La sede de la Fundación Solatium Patagonia Fue un hecho inédito en la región y profundizó el funcionamiento del equipo interdisciplinario que hasta entonces visitaba a los vecinos en sus hogares para brindar apoyo, aliviar el dolor y asistir a los familiares de los enfermos.
El objetivo es brindar un mejor ambiente de apoyo emocional a las personas que requieren cuidados paliativos.
Otra fundación similar
Hospice Madre de Misericordia es otra fundación similar, que para aliviar el sufrimiento de las personas en esa etapa final, acompaña al paciente “dondequiera que esté, ya sea en su domicilio o en una institución donde se encuentra internado desde que recibe tratamiento”. de un servicio itinerante, no tenemos espacio físico”.
“Nuestro rol también incluye ir a buscar al paciente, lo llevamos al hospital, le explicamos bien las instrucciones de los profesionales porque se sientan frente al médico y muchas veces no tienen idea de lo que les están diciendo. Intentamos conseguirles citas, incluso privadas, etc.”, comentaron sobre un trabajo que realizan con enorme compromiso y sensibilidad social.
