Dudas sobre las tomas y bloqueos impulsados ​​por el ‘Congreso del Pueblo’ en varios lugares de Colombia

Dudas sobre las tomas y bloqueos impulsados ​​por el ‘Congreso del Pueblo’ en varios lugares de Colombia
Dudas sobre las tomas y bloqueos impulsados ​​por el ‘Congreso del Pueblo’ en varios lugares de Colombia

Desde el martes, varios puntos del país son escenario de protestas, tomas y bloqueos en los que los responsables insisten en la tesis de que en los territorios hay una degradación de los derechos humanos provocada por lo que llaman “expansión del paramilitarismo”.

Las acciones se llevaron a cabo simultáneamente. Un grupo de jóvenes indígenas Emberá bloquearon el acceso a la sede del Ministerio del Interior; otro de indígenas y campesinos tomó la Nunciatura Apostólica, también en Bogotá; otro bloqueó la vía Quibdó-Pereira; una más la carretera entre Aguachica y Pailitas; y otro cerró las entradas al Refinería de Barrancabermeja.

‘Iván Márquez’ y Otty Patiño en la firma del documento

Foto:archivo privado

En todos los casos sostienen que se trata de un “Movilización Nacional por la Vida y la Permanencia en los Territorios”, todas las acciones cubiertas por la organización del Congreso del Pueblo. Esa organización, cercana a organizaciones de izquierda, exige el “desmantelamiento del paramilitarismo”.

“Se debe visibilizar la situación humanitaria que estamos viviendo en los territorios debido al paramilitarismo, los asesinatos sistemáticos y la persecución a los liderazgos sociales”, dijo María Guillón, parte de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra de Arauca, en declaraciones incluidas Efe.

Los argumentos de los manifestantes sirvieron para denunciar a gobiernos anteriores al del presidente Gustavo Petro, quien tiene una ideología similar a ellos.
“El hecho de que apoyemos o no a este Gobierno no limita nuestro derecho a exigir al Estado colombiano, al frente del Gobierno, garantías para nuestra obra social, nuestra vida, integridad y para el ejercicio de nuestro trabajo y nuestros planes. vida en los territorios”, dijo en Radio Blu Sonia López, una de las portavoces del Congreso del Pueblo.

“Por eso hemos venido a instalar un albergue humanitario con el fin de llamar la atención no sólo del Gobierno, sino del Estado en su conjunto, de la comunidad internacional, ante la grave crisis social humanitaria que estamos viviendo. que estamos viviendo y ante el genocidio del que “estamos siendo atacados como movimiento social”, argumentó.

El Congreso del Pueblo denuncia el aumento de la violencia en Colombia.

Foto:Santiago Saldarriaga/EL TIEMPO

Las movilizaciones ponen así sobre la mesa dos cuestiones diferentes y estrechamente relacionadas.

Uno, el constante deterioro del orden público con el resurgimiento y fortalecimiento de grupos armados irregulares que se creían asfixiados, como los paramilitares.

“Lo que está sucediendo es un llamado desesperado al Gobierno para que tome medidas humanitarias urgentes para garantizar su seguridad y prevenir el paramilitarismo. La cantidad de líderes sociales, ambientales, indígenas y defensores de derechos humanos sigue siendo uno de los mayores inconvenientes del gobierno”, dice el analista Gabriel Cifuentes.

Para este experto, la situación de orden público en varios departamentos del país es “crítica”. Lo llamativo es que este ha sido el Gobierno que mayores compromisos ha anunciado con las comunidades indígenas, quienes han apoyado incondicionalmente a este gobierno.

“El hecho de que estén alzando la voz, sin que ello signifique que estén tomando distancia política de la administración Petro, llama la atención en la medida en que demuestra que los problemas de orden público, el temor de las comunidades y los riesgos que enfrentan no no son producto de la “matriz mediática” ni son una estrategia de la oposición para debilitar al gobierno.

“Son una muestra de una realidad preocupante, que contradice el discurso oficial y su compromiso con la paz en los territorios. Estas movilizaciones deberían ser una señal de alerta. Mientras se están instalando varias mesas de negociación y se espera que se concluya un marco de paz, las comunidades están siendo sometidas a una violencia abrumadora. Una cosa es la gestión de las expectativas respecto del discurso de paz y otra muy distinta es la dura realidad y crisis humanitaria que viven muchas comunidades en los territorios.”, dice Cifuentes.

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Foto:Presidencia

“Estamos viviendo un cerco paramilitar contra los líderes sociales de la región, por la complicidad del ejército, y por el desplazamiento forzado de las comunidades. Protestamos a nivel nacional en Barrancabermeja, aquí entre Aguachica y Cesar.

También en Bogotá, y otros puntos que apoyan la movilización”, dicen en el Congreso del Pueblo.

Sorprende que en un gobierno de izquierda haya habido un aumento exponencial de quienes toman las armas para imponer sus condiciones. Esa es, de hecho, una de las críticas que se hacen a la Paz Total del presidente Gustavo Petro. Se les ha dado tanto protagonismo y se les ha elevado el nivel a actores armados que tenían un mando atomizado.

El Ministerio de Defensa dice, por ejemplo, que En un año, el Clan del Golfo pasó de 4.060 integrantes a 5.000 integrantes en sus filas, un aumento del 23 por ciento. Y de estar en 208 municipios del país, según la Defensoría del Pueblo, ahora tiene presencia en 392.

Mientras El ELN saltó, según las mismas fuentes, de 5.851 combatientes armados a 6.158. En un año pasó de estar en 176 municipios a 184.

Mientras que los ex Farc Iván Márquez, Iván Mordisco y Alexander Díaz, mejor conocido como alias Calarcá, pasaron de estar en la misma guerrilla comandada por Manuel Marulanda a ser cada uno dueño y señor de su propia franquicia.

ENTONCES

Foto:Daniel Muñoz/AFP

Pero ¿qué tienen que ver estos actores armados ilegales con las protestas que se desarrollan hoy en Colombia? “El proceso constituyente”, una de las expresiones que recorre la discusión política del país.

“En este nuevo momento en el que, gracias a la Divina Providencia y a la brillante idea de un presidente soplan los vientos constituyentesdespertando la esperanza de las inmensas multitudes, nadie, nadie, debe quedarse con los brazos cruzados”, afirmó el Ex miembro del secretariado de las FARC y fundador de la Segunda Marquetalia que está en Caracas, Venezuela.

“El poder popular es la esencia de nuestro nuevo proyecto de nación. El pueblo, con su historia, experiencia, creatividad y sabiduría, viene recorriendo el camino de cambios que le permitan superar la exclusión, la miseria, el despojo y la represión, impuesta por la oligarquía colombiana desde hace casi doscientos años; El levantamiento armado del ELN es parte de estas luchas“Dijo el Eln en un comunicado.

En el Congreso Popular aceptan que las acciones que vienen realizando son expresión de un proceso en el que los ciudadanos toman el poder de decidir su futuro.

“La mutación de la idea tercermundista de pensar que todo se arregla con el llamado de una asamblea constituyente para cambiar el día a día de los colombianos, está llevando a cada colombiano, y sobre todo al sector oficial que acompaña al presidente Petro, a tener en sus “encabezan una idea de poder constituyente con intenciones que, por sus expectativas maximalistas, conducen a una acción atomizada”, dice el analista político Pedro Viveros.

Los líderes disidentes alias Iván Mordisco, del ‘Estado Mayor Central’, e Iván Márquez, de la ‘Segunda Marquetalia’.

Foto:EFE – Archivo

“Con evidentes motivaciones políticas, con inconmensurables consecuencias y frustraciones, que siempre van en detrimento de la propia democracia por el uso y abuso de su propia esencia”, añade Viveros.

Este analista es categórico: “No conozco una sola norma, que sea constitucional, donde el Congreso del Pueblo tenga más poder real y legítimo que el Congreso de la República de Colombia, las Cortes o la Presidencia de la República. sí mismo. ”.

“Lo que creemos es que debemos levantar la bandera del poder constituyente”, dijo el presidente Petro en su discurso del Primero de Mayo. “El poder constituyente es la capacidad que tiene la población de decidir, decidir en contra o decidir a favor (…) es que la población tiene el poder. Es que el pueblo, el pueblo, tiene el poder. Poder constituyente no es una frase que se tira al calor de un discurso allá en Cali. Es una propuesta para la historia”, concluyó el entonces jefe de Estado.

En la página principal de su sitio web, el Congreso del Pueblo tiene un mensaje en letras destacadas que dice: “Dejemos que el país de abajo legisle. Deja que el pueblo gobierne. Que el pueblo ordene el territorio, la economía y la forma de gobernarse”. “Dejad que la palabra camine.”

ARMANDO NEIRA, EDITOR POLÍTICO DE EL TIEMPO

 
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