Un caso escalofriante de doble feminicidio conmociona a la ciudad de Santa Cruz. Un hombre de 23 años confesó haber asesinado a dos mujeres, una por estrangulamiento y otra por asfixia, con el macabro objetivo de “experimentar” la sensación de quitar una vida humana.
Las víctimas fueron identificadas como Carla Patricia DM, de 23 años, y una mujer conocida únicamente con el sobrenombre de “Viviana”.
El autor del crimen, Cristian FC, también de 23 años, fue detenido tras la intervención de las autoridades, cuando se disponía a enterrar a su segunda víctima.
El fiscal Daniel Ortuño, a cargo del caso, brindó aterradores detalles sobre los crímenes, ocurridos en la zona del cuarto anillo y la Radial 15. Según Ortuño, El primer asesinato ocurrió el pasado domingo.cuando el presunto autor estranguló a Viviana y la enterró en el mismo cuarto que utilizaba como tienda comercial y vivienda.
El segundo asesinato fue igualmente brutal. El perpetrador asfixió a la víctima y Estuve a punto de enterrarla, cuando las autoridades intervinieron la madrugada de este lunes.
Terrible confesión
En sus declaraciones, Cristian FC confesó haber planeado ambos asesinatos. Según el fiscal, el sujeto manifestó que quería experimentar la sensación de quitar una vida humana, y Admitió haber tenido relaciones sexuales con las dos mujeres después de su muerte.
“Entre los motivos que señala está que sentía el deseo de Experimentar la sensación de quitarle la vida a una persona. “Está sujeto a investigación si las mujeres fueron víctimas de agresión sexual”, dijo el fiscal Ortuño.
Dada la gravedad del caso y la conducta del imputado, la Fiscalía solicitará una evaluacion psicologica para más información sobre tu perfil.
“Se ha requerido al psicólogo para hacer una valoración psicológica y podemos conocer el perfil de personalidad de esta persona”, afirmó Ortuño.
Aparecen familiares de uno de los fallecidos
Desde la morgue, la madre de Carla Patricia, una de las jóvenes asesinadas, habló con los medios. Refirió que su hija era una joven tranquila, que estudiaba y trabajaba dos días a la semana. Describió a Carla como una chica “muy buena”, que no se metía en problemas.
Además, Descartó que su hija fuera trabajadora de licorería del presunto asesino. “Dicen que era un muchacho que le vendía tarjetas, le regalaba tarjetas de crédito”, dijo la madre.
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Las víctimas, de 23 y 25 años, presentaban signos de violencia. El presunto autor tenía una relación laboral con uno de ellos y el otro era cliente de su negocio.
