Si detienes ‘El último samurái’ en el minuto 109, verás uno de los errores más divertidos y surrealistas de la historia del cine.


A principios del nuevo milenio, el director estadounidense Edward Zwick estrenó ‘El último samurái’ (2003). El director, que ya había cosechado éxitos con ‘Tiempos de gloria’ (1989) y ‘Leyendas de pasión’ (1994), donde lanzó al estrellato a un joven Brad Pitt, se metió en una historia ambientada en el último cuarto de siglo XIX en el que el honor y el coraje son las piezas fundamentales sobre las que se asienta la trama: el capitán de caballería Nathan Algren, interpretado por Tom Cruise, un soldado torturado por violentos recuerdos de la Guerra Civil con arraigadas creencias basadas en la lealtad y la nobleza. Recibe la oferta de trasladarse a Japón para entrenar un regimiento de soldados inexpertos a cambio de una generosa cantidad.

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Una vez allí, se encuentra con un país. a medio camino entre el antiguo feudalismo y la nueva sociedad occidental gobernado por el Emperador Meji, a quien le aconsejan acelerar el proceso de modernización por una serie de asesores que buscan su enriquecimiento personal. En medio de esta situación aparece el samurái Katsumoto Moritsugu, interpretado por Ken Watanabe, quien, contrariamente al apresurado proceso de modernización del país por una creencia ciega en los valores tradicionales, toma las armas contra el emperador.

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El rodaje de la película fue todo un reto: Tom Cruise, protagonista de la película, pasó dos años absorto en preparar a su personaje, para lo que tuvo que tomar clases de uso de armas tradicionales japonesas., así como lecciones de japonés para mejorar la pronunciación del idioma. El mismo proceso pero de manera contraria tuvo que pasar Ken Watanabe, quien protagonizaba por primera vez una película producida por los estudios de Hollywood y en la que debía expresarse en inglés, idioma que no hablaba con fluidez en ese momento. Además, Cruise estuvo a punto de sufrir un espectacular accidente en el set que le habría costado la vida, salvándose milagrosamente de que su coprotagonista Hiroyuki Sanada le cortara el cuello con su espada.

El último soldado samurái a caballo porque
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Sin embargo, Hay una escena que ha pasado a la historia como una de las más recordadas por los fans de la película por el brutal gazapo. que se coló en el metraje y que se puede ver en él. La secuencia nos muestra al Capitán Algren, interpretado por Cruise, llegando a caballo para pasar revista a sus tropas. Justo cuando el personaje de Cruise desmonta de su montura, el animal cocea golpeando en la entrepierna a uno de los extras que interpreta al soldado, que retrocede unos pasos antes de recuperar heroicamente su firme postura militar. . La escena fue incluida en el metraje final y el extra probablemente agradeció estar equipado con una armadura rígida que sin duda podría mitigar la fuerza del golpe.

 
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