Una de las mayores ventajas que tenemos a nuestra disposición los que nos gusta leer con pasión y nos ha picado el gusanillo de la literatura, es que tenemos a nuestra disposición un arsenal de obras y autores, que siempre acuden a nosotros, de la forma más Momentos esperados y necesarios.
En esta ocasión, para efectos de esta columna de opinión, para mis amables lectores, cuando iba a referirme a la trágica y calamitosa situación actual de nuestro querido y gran departamento del Cauca, nuestra patria grande que nos vio nacer, sin importar que le ponen nombres y estigmas tan de mal gusto como el de “Caucanistán“, como escuché allí a un distinguido y sabio político de gran apellido y alta cuna, debido al desastroso orden público y seguridad, que ahora padecemos y sufrimos.
Entonces me acordé instantáneamente, por el motivo mencionado al principio, del gran escritor Ernest Hemingway (1899-1961), Premio Nobel de Literatura en 1954 y su excelente novela adiós a las armas, considerada la obra más grande y a la vez una excelente crónica sobre la lucha de las fuerzas aliadas durante la Primera Guerra Mundial, siendo al mismo tiempo una trágica historia de amor entre el soldado idealista Frederick Henry con la enfermera Catherine Barkley, en Italia. de la Primera Guerra Mundial, siendo una novela en gran medida autobiográfica. En relación al citado autor, tiene otras novelas muy conocidas, como, por ejemplo: “El viejo y el mar”, “París era una fiesta”, “La muerte en la tarde” y “Por quién doblan las campanas”. ”. Se suicidó el 2 de julio de 1961. Tenía 62 años.
Ahora, como resultado de la situación caucásica actual ya mencionada, ha sido un tema para nuestro actual Señor. Gobernador Octavio Guzmánse encargará de ello, junto con los miembros inmediatos del gabinete departamental y alcaldes de los 42 municipios del Cauca, enviando de inmediato un mensaje urgente al Presidente de Colombia, para realizar una especie de PACIFICACIÓN para agrupar a los actores armados, respondiendo al clamor regional y nacional, sabiendo que la PAZ es un derecho fundamental y un deber obligatorio, tal como lo estipula el artículo 22 de nuestra Constitución Nacional.
Cuando se firmó el tan esperado acuerdo Acuerdo Final de La Habana En 2016, hace 8 largos años, poniendo fin a 52 años de un eterno conflicto con las ex FARC, dentro de mí sentí que ya era el final y que podíamos respirar tranquilos y en paz, como millones de colombianos. Pero los últimos hechos de orden público ocurridos en el Cauca demuestran lo contrario. Como muy bien afirma el antropólogo y doctor en Ciencias Políticas Francisco Gutiérrez Sanín: “Si bien la firma del Acuerdo de Paz con las FARC marcó un punto de inflexión en la inercia del guerra de contrainsurgencia, su implementación hace agua por todas partes. Los acontecimientos violentos y el registro de fenómenos asociados a ellos son cada vez más frecuentes y los medios de comunicación empiezan a denominar esta realidad política, aún confusa y dispersa, como la “nueva violencia”.
PARA LEER Y PENSAR
“La única manera de ganar una guerra es evitarla”: George E. Marshall.
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