Lucumí muele tomates a toda velocidad (+fotos) – Escambray – .

La pequeña industria espirituana produce puré para su venta directa a la población y organizaciones que lo demandan.

Lucumí, la pequeña fábrica vinculada al sector de la Industria Alimentaria en Sancti Spíritus que se encarga de la producción de pulpas, mermeladas y conservas, funciona como un reloj, aunque por estos días se destaca por la producción de puré de tomate para venta libre. a la población, ya sea a granel o envasados ​​en distintos tipos de contenedores.

Los espirituanos tienen la suerte de contar con esta planta, que procesa todos los tomates provenientes del sector cooperativo y campesino del municipio, según afirmó Máximo González Díaz, administrador, quien explicó a Escambray que desde que comenzó la campaña este mes no les ha faltado materia prima, lo que permite producir entre 3 y 4 toneladas diarias de puré.

Explicó que este año trabajan como parte de una cooperativa de producción con la Unidad Agrícola Urbana de la Empresa Integral Sancti Spíritus, lo que permite la comercialización de los surtidos en los puntos de venta de dicha entidad, aunque también ofrecen el surtido en la tienda Lucumí. propia sede. .

“Estamos hablando de latas selladas de puré de 3.6 kilogramos por un valor de 540 pesos, mientras que a través de la Granja Urbana se ofrece al por mayor a razón de 200 pesos el litro”, explicó el administrador.

Más de 25 toneladas de puré han sido producidas en lo que va de mes por el pequeño colectivo Lucumí, que recibe la materia prima en su propia sede o la busca en los entornos de producción, según consta en los contratos previamente redactados.

“Todos los años nos damos a la tarea de visitar a los productores que habitualmente nos abastecen de tomate, en ese momento establecemos las primeras premisas de la negociación y dejamos claro que el traslado es por nuestra cuenta; Eso ha sido una garantía para que no falte materia prima, aunque si hay alguien que quiere traerla directamente a la industria también la recibimos”, explica González Díaz.

El compromiso de los trabajadores de Lucumí es moler todos los tomates que se recolecten en el territorio, siempre y cuando sea posible adquirirlos. De esta manera asegurarían no solo la continuidad de las producciones, sino también los salarios de los integrantes del grupo.

Asimismo, se conoció que, una vez terminada la campaña del tomate, la pequeña industria comenzaría a procesar guayaba, mango y otras frutas para producir diferentes tipos de mermeladas o pulpas y, si no tuvieran suficiente materia prima, se inscribirían en el elaborando encurtidos y otras conservas, estrategia que les permitirá mantenerse activos durante todo el año.