Las redes sociales digitales ampliaron las formas de comunicación política. El nuevo escenario tecnocomunicativo nos ha obligado a repensar las formas en que se proyectan las figuras públicas y cómo se gestiona la participación ciudadana. En este sentido, en el caso cubano, los errores abundan en el espacio digital: polarización, incoherencia entre el discurso oficial y la realidad, mala cultura del debate, falta de transparencia, contenidos y formatos poco atractivos. Aún queda un largo camino por recorrer para acercar la virtualidad a la vida cotidiana de las personas.
En el contexto de los últimos años, se han registrado acusaciones de corrupción, despidos sin mayor explicación al público, un ministro abofeteando a periodistas independientes y la notoria torpeza de la esposa del Presidente de la República en Twitter (ahora X). Recientemente surge a buen ritmo un ejemplo que merece análisis porque es una excepción a estos errores garrafales.
El 16 de enero de 2024, el Ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, estableció un nuevo canal de comunicación a través de las redes sociales digitales “como herramienta para mantener una relación directa con la ciudadanía, y convertir la comunicación en un pilar de la gestión de su ministerio . Llamaron Proyecto Desafío a la iniciativa de formar un equipo de comunicación para redes sociales.
Rodríguez Dávila es titular del ramo desde 2019, anteriormente se desempeñó como viceministro entre 2006-2018. Ingeniero Mecánico y Magíster en Transporte Automotor, oriundo de Santa Clara. De esta forma se presenta oficialmente en plataformas digitales, a las que también añade sus datos de contacto.
La gestión comunicacional del funcionario se centró en promover la interaccióncon contenido dinámico, que genera un impacto positivo en la percepción de la audiencia.
Su página de Facebook ha alcanzado los 18 mil seguidores en tres meses. Esto se refleja en que sus publicaciones (entre dos y tres al día) obtienen cientos de reacciones y comentarios, respondidos eficientemente. Es curioso que la mayoría elogien su gestión, lo que haría dudar a cualquiera que sospechara de un posible filtro de los negativos.
Por ahora, responde a la retroalimentación, promueve el diálogo con el uso ocasional de la jerga beisbolera (“una curva suave, fácil para un jonrón, un lanzamiento más potente”), símbolo de este país. Todo ello facilita una comunicación más accesible y permite humanizar al político, construir relaciones genuinas con la audiencia y ganar credibilidad. Dicho en buen cubano: hablan el mismo idioma.
El tono coloquial de la conversación le sitúa, pese a su posición, al mismo nivel que sus seguidores. A esto se suma la característica de tener un rostro que podría ser el de cualquier cubano común y corriente, con vestimenta común y gestos que proyectan a una persona que se toma en serio su trabajo y se propone dar una respuesta oportuna como servidor público.
El tono coloquial de la conversación le sitúa, pese a su posición, al mismo nivel que sus seguidores.
Una fortaleza de esta gestión comunicacional ha sido el uso de la herramienta de contar historias, es decir, contar historias auténticas e inspiradoras a través de las cuales las personas empatizan y reaccionan favorablemente. La sección Rostros del Transporte es una de las más populares en este sentido, con una narrativa coherente que presenta personajes de ese ámbito en el país. Con llamados a la acción (CTA) claros que invitan a interactuar con el contenido.
El uso de elementos visuales refuerza su imagen pública: fotografías de calidad, videos excelentemente realizados por Naturaleza Secreta que demuestran curaduría y preocupación por la visualidad. Esta acción esencial casi siempre se descuida en la comunicación diaria de los medios de comunicación, las instituciones y las figuras políticas.
La denuncia de hechos que, a pesar de su ocurrencia cotidiana, siguen siendo reprobables también ha sido uno de los puntos fuertes de Rodríguez Dávila. Tal es el caso de las críticas a los conductores de Ómnibus Nacionales que cobran sobreprecio por el transporte interprovincial, o de quienes conducen vehículos estatales y siguen pasando en paradas concurridas. Sensibilidad ante los padecimientos que aquejan diariamente a los cubanos.
Significativo ha sido el espacio dedicado a la transmisión en vivo a través de la página de Facebook, donde el funcionario sirve de anfitrión para analizar temas críticos del sector, con el llamado a las autoridades responsables a responder las consultas de la población. Esta transmisión vincula otras 50 páginas de instituciones que comparten la señal.
Por supuesto, el ministro por sí solo no puede encargarse de gestionar la comunidad. Uno de sus méritos radica en formar un equipo de comunicación. para asesorarte en tu rutina diaria, incluso sin tu presencia. En el caso de sus cuentas de Twitter e Instagram, la estrategia de comunicación aún no se diferencia de la de Facebook.
El marketing político es una asignatura pendiente en Cuba. Los ejemplos de buenas prácticas no han podido multiplicarse, como el programa televisivo En la línea de ti, de TeleTurquino, donde las principales autoridades de Santiago de Cuba en aquel entonces, Lázaro Expósito y Reinaldo García, convocaron a los directivos de las organizaciones provinciales y eran responsables ante la población. O referencias cercanas al gobierno cubano: Hola Presidente, de Hugo Chávez o “las mañaneras” de Andrés Manuel López Obrador.
A pocos días de las manifestaciones del 17M salió al aire el espacio Desde la Presidencia, donde Arleen Rodríguez “entrevista” al presidente cubano Miguel Díaz-Canel, junto al ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, para abordar el tema de la electro -Situación energética, sobre todo. Al menos en la primera emisión, la retórica sigue siendo la misma y se eluden las causas internas que provocaron las protestas en varios puntos del país. El discurso sigue centrándose únicamente en factores externos.
Tanto los funcionarios como sus asesores y equipo de comunicación deben apelar al poder de las redes sociales como espacio de creación de liderazgos virtuales y personales que promuevan la transparencia. Esto permite a los ciudadanos participar en la toma de decisiones, detectar irregularidades y evaluar la efectividad de las políticas públicas. Hacer realidad el tan cacareado control popular.
Tanto los funcionarios como sus asesores y equipo de comunicación deben apelar al poder de las redes sociales como espacio que promueve la transparencia.
Los ciudadanos necesitan sentirse parte del proyecto, ser atendidos, que su opinión sea escuchada y respondida con acciones concretas. Si el Ministro de Transportes, sin grandes alardes, lo está logrando, ¿por qué otros no lo hacen? Sabemos que la comunicación en estas instancias se gestiona de manera vertical, a través de pautas de replicar un mismo contenido monótono, dejando poco espacio para la creación original que rompa ese esquema establecido.
Aunque algunos discursos insisten en separar el escenario digital de la realidad, lo cierto es que hoy allí se desarrollan varios de los debates ciudadanos más importantes. Es el termómetro para medir la temperatura social. Ignorar esto es desviar la atención de los graves problemas que nos preocupan. La urgencia radica en la capacidad de adaptarse a un entorno virtual cambiante y conectarse efectivamente con las necesidades de la sociedad cubana.
Es oportuno y saludable que el Ministro de Transporte se inserte en este tipo de labores que implican mayor exposición, aun sabiendo que en el contexto político institucional cubano la tendencia es castigar los errores y no premiar las innovaciones.
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿estaría usted dispuesto a conceder entrevistas a la prensa no estatal? ¿Esta iniciativa llegará al final del camino? Lo que sí es seguro es que seguiremos prestando atención a su gestión.
