Existe un camino posible para, aún dentro de las profundas diferencias, avanzar en la construcción de vínculos que permitan resolver problemas y traer beneficios, afirmó durante la inauguración del XV Seminario de Relaciones Internacionales ISRI-2024.
En el teatro Pelegrín Torras de la Luz, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), Vidal dictó la conferencia inaugural del evento “El proceso de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos bajo el gobierno del presidente Barack Obama. Lecciones aprendidas”.
Según él, el acercamiento que duró entre diciembre de 2014 y enero de 2017 dejó “un modelo de lo que podría ser una relación de convivencia entre los dos países”, aunque no exenta de dificultades. Un modelo, señaló, con grandes desafíos dada la persistencia de profundas diferencias y, más importante aún, la contradicción fundamental resultante de la pretensión de dominación de Estados Unidos y la determinación de Cuba de defender su soberanía.
Aunque hay un retroceso en las relaciones bilaterales y los acuerdos del período Obama quedaron inoperantes o fueron incumplidos bajo la administración de Donald Trump, todos sobrevivieron y han servido de base para retomar ciertos niveles de cooperación, comentó.
Vidal calificó el proceso de acercamiento como inédito y efímero porque con el mandato de Trump “volvió la confrontación abierta que ha predominado a lo largo de estos 65 años, haciéndola parecer, con razón, excepcional e irrepetible”.
Declaró que para “dos países que no habían tenido relaciones y apenas habían interactuado y dialogado durante más de cinco décadas, lo logrado en sólo dos años no era irrelevante”.
Entre los logros del período incluyó la liberación de los últimos tres de los cinco héroes que estaban presos en suelo norteamericano y la exclusión de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
También el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana, la creación de la comisión bilateral Cuba-Estados Unidos, 25 visitas de alto nivel en ambas direcciones y tres reuniones entre los presidentes.
Quedó demostrado, destacó, que Cuba y Estados Unidos pueden intentar construir un nuevo tipo de relación, basada en el respeto y que, al mismo tiempo, reconozca las diferencias existentes.
El seminario, que concluirá este jueves, está organizado por el ISRI, el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Fundación Hanns Seidel y el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación Profesionales.
Bajo el lema “Relaciones Internacionales en el mundo actual: desafíos y oportunidades” y en siete comisiones de trabajo, 58 ponencias de Cuba, Argentina, México, Venezuela y Rusia, entre otros países, analizarán diversos aspectos del tema.
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