Un barco con 235 toneladas métricas de harina partió de San Vicente y las Granadinas rumbo a Cuba, una donación que aliviará la compleja situación que atraviesa la isla.
El cargamento debería arribar al puerto de Mariel en los próximos días. El embajador cubano designado en este país, Carlos Ernesto Rodríguez, agradeció a las autoridades vicencianas el gesto “solidario y humanitario”, afirma. Prensa Latina.
A mediados de este mes llegó a la isla un barco con 8.300 toneladas de harina de trigo, con la idea de “estabilizar” la producción de pan para la canasta familiar desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo, según fuentes oficiales.
La carga no requirió un proceso industrial, lo que acortó los tiempos de producción sin tener que esperar hasta fin de mes, explicó Alberto López Díaz, ministro de la Industria Alimentaria, citado por el Agencia Cubana de Noticias.
Según el funcionario, este envío respondió a “esfuerzos de la más alta dirección del Gobierno cubano” para abordar la actual crisis en la producción estatal de pan, que afecta a millones de personas en toda la isla.
También en marzo llegó por el puerto de Cienfuegos otro barco con harina de trigo. Mientras tanto, en la región centro-oeste se esperan nuevos envíos para normalizar la producción, según la fuente, aunque se mantendrá el uso de “extensores” en la elaboración del producto hasta en un 15%.
Actualmente sólo produce harina el molino de Cienfuegos, con una capacidad de 240 toneladas diarias.
Barco con 3.800 toneladas de harina “estabilizará” producción de pan en oriente cubano
ver más
A finales de febrero, las autoridades cubanas reportaron “afectaciones severas” en la producción de pan de la canasta familiar regulada. Las dificultades con los envíos planificados, que daban continuidad a la producción de harina de trigo en el país, hicieron que no hubiera disponibilidad suficiente para garantizar el producto, informó entonces Zaily Pérez Hernández, directora comercial de la Molinería Cubana.
El año 2023 estuvo marcado por la imposibilidad de garantizar, en varias ocasiones, las 700 toneladas diarias de harina necesarias para la producción de pan estandarizado y para los llamados consumos sociales (salud pública, merienda escolar y otros).
El Gobierno insiste en que se buscan alternativas para facilitar la compra de harina, en las que también interviene el sector privado, que tiene una cadena de pequeños negocios donde se vende el producto a precios de mercado.
Cuba cuenta con cinco molinos para procesar trigo, tres en La Habana, uno en Cienfuegos y otro en Santiago, aunque en los últimos tiempos sólo está activo el molino de Cienfuegos.
