El obispo emérito de Valledupar, José Agustín Valbuena Jáuregui, falleció este domingo 24 de marzo a la edad de 96 años, en el municipio de Silvania (Cundinamarca), la noticia fue confirmada por esta Jurisdicción a través de sus redes sociales.
Según trascendió, el obispo, quien nació en Facatativá el 20 de mayo de 1927, falleció por complicaciones que venía presentando en su salud. Su paso por la diócesis de Valledupar dejó huellas imborrables, las mismas que cultivó en el legado tácito de su carrera sacerdotal.
Por su parte, el actual obispo de Valledupar, monseñor Óscar José Vélez IzasaTras conocer la noticia de su fallecimiento, expresó: “Para él la Semana Santa se ha adelantado. Oremos por su eterno descanso con mucho cariño y sentimiento, ya que fue obispo de nuestra diócesis durante muchos años”.
Fue el segundo obispo de esta diócesis.De 1977 a 2003, su episcopado en esta jurisdicción duró 26 años y como obispo emérito, 21 años más, hasta el día de hoy.
Su legado vivirá para siempre.
Sus dos grandes obras destacadas durante su etapa como obispo fueron: el Seminario Mayor Juan Pablo II y la creación de la Pequeñas Comunidades Eclesiales Diocesanas (PCED), creo que fueron pensados como un regalo a San Juan Pablo II, en su Visita Apostólica a Colombia en la ciudad de Barranquilla en 1986.
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su biografia
José Agustín Valbuena Jáuregui nació el 20 de mayo de 1927 en Facatativá (Cundinamarca), hijo de Albertina Jáuregui y José María Valbuena, creció en el seno de una familia humilde, muy católica; Quinto hijo, y único varón de siete hermanos.
Realizó sus estudios secundarios en Ibagué y estudió Filosofía y Teología en el Seminario de la misma ciudad. Fue ordenado sacerdote en Ibagué el 20 de noviembre de 1949 y luego estudió Sociología en Bogotá y Liturgia y Estudios Pastorales en la Abadía de San Andrés en Brujas (Bélgica).
En el ejercicio de su ministerio sacerdotal ocupó los cargos de: Vicario Cooperador de El Espinal; profesor del Seminario de Ibagué; vicario cooperante en Guamo; párroco de Nuestra Señora del Carmen en Honda; párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Ibagué; párroco de María Auxiliadora en Ibagué; delegado de Acción Católica; capellán de la Escuela Normal de Maestros; asesor del Movimiento Familiar Cristiano; miembro de la Comisión de Liturgia, del Consejo Pastoral y consultor diocesano.
Fue recomendado obispo de Valledupar el 14 de septiembre de 1977 por el Papa Pablo VI. Su ordenación episcopal tuvo lugar el 25 de octubre de 1977, en la Iglesia Catedral de Ibagué, de manos del Nuncio Apostólico en Colombia, Monseñor Eduardo Martínez Somalo.
Asumió como obispo de Valledupar el 10 de diciembre de 1977, en sustitución de Monseñor Vicente Roig y Villalba. Luego de su retiro como obispo titular, lo sucedió en Valledupar monseñor Oscar José Vélez Isaza.
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