Beatriz Vignoli presentó en Rosario su primer libro de ensayos

Beatriz Vignoli presentó en Rosario su primer libro de ensayos
Beatriz Vignoli presentó en Rosario su primer libro de ensayos

Jueves 13.6.2024

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Última actualización 8:53

El miércoles 6 de junio Beatriz Vignoli presentó Canción de derrota. Ensayos 1990-2023 (7 Vidas Ediciones), que representa el primer libro de ensayos de un autor de numerosas obras. El evento se realizó en Oliva Libros (Entre Ríos 579, Rosario) y contó con la participación del editor Patricio Bordes, el escritor Marcelo Britos y la licenciada en Letras Magdalena Aliau.

Sobre la obra Vignoli dice: “Es mi primer libro de ensayos. El subtítulo es Ensayos Reunificados 1990-2023. Cubre un arco de 33 años de ensayos recopilados. Este libro acaba de ser publicado por una nueva editorial, Santa Fe, con sede en San José del Rincón, que es un pueblo cercano a Santa Fe Capital. La editorial se llama 7 Vidas Ediciones y está dirigida por Patricio Bordes. Es una recopilación que hicimos entre mis dos ensayos en ese período de tiempo”.

Este medio estuvo presente en el evento y habló con el autor.

Beatriz Vignioli en primera persona

-¿Cómo surgió el título Canción de la Derrota?

-El título fue elegido por el editor Patricio Bordes. Ese es el nombre de uno de los textos. Es un libro de ensayos recopilados. Les cuento que el archivo original aportaba un corpus de textos bastante extenso que filtramos. En el primer set hubo inéditos y quedaron los mejores. Hubo escritos que no me atreví a publicar y que se quedaron en los cajones o que envié y no escuché más.

-¿Hay reseñas en el libro?

-En el libro no hay reseñas, lo que hay son ensayos, es decir el desarrollo de un pensamiento a través de la prosa, no es una reseña donde se comenta el posible valor de una obra. En los ensayos hay una corriente de pensamiento que fluye a través de la prosa. Todos los textos del libro tienen eso en común, algunos son aún más narrativos, y fueron publicados en la sección de contraportada de Rosario /12, que es una sección de textos más bien literarios y no necesariamente clasificables dentro de un género. Algunas obras fueron encontradas en cajas. Uno de los textos que incluyo fue parte de una obra de arte, es decir, fue leído como un performance en el año 90. Un performance, como parte de una obra colectiva del grupo Rozarte, y el texto se llama, como la obra, “Memoria de Argentina” y circuló como un volante, de mano en mano, en papel. Hay una presentación de la Bienal de Tomarte, también del año 90, y un texto que es un ensayo que me gusta mucho y fue publicado en el suplemento Grandes Líneas del diario El Ciudadano a finales de los 90.

Dulzura

Lo que tienen en común estos textos es que van a la deriva. Parten de un tema para navegar por diferentes disciplinas y el timón allí es la prosa.

-Hay una particularidad de este trabajo que se publicó en El Ciudadano.

-Sí, pude rescatarlo gracias a AHIRA, el Archivo Histórico de Revistas Argentinas, porque allí se digitalizó. Lo tengo en papel, pero tuve que buscarlo. Digamos que no es que accedí a todo mi archivo, solo a la parte que tengo organizada. “Canción de derrota” era una nota que había tomado en la contraportada de Rosario /12. En esa época yo vivía en San Telmo, en una pensión, y el diario Página/12 era muy cercano a mí. Caminaba por una calle, iba con la fotocopia del original mecanografiado, y desde Buenos Aires me lo enviaban por fax a Rosario/12.

Un vértigo de otra época

-¿Qué influencia tiene la mecanografía en tu prosa ensayística?

-Hay en mí una prosa ensayística que se formó con esa técnica, porque cuando estás frente a una máquina de escribir no tienes muchas posibilidades de corregir, entonces te paras frente a la máquina con la actitud de escribir la versión definitiva. Eso es lo que tiene la máquina de escribir, y eso es lo que tenían mis ensayos de los años 90. Creo que después no lo tuvieron, hay un impulso, una actitud performativa en esos textos, como el jugador que sale al campo, de improvisar sabiendo que esa improvisación será el texto definitivo, porque no hay volver.

Jackson Pollock decía que su pintura era así, porque creaba líneas goteando pintura de una lata con fugas sobre el lienzo colocado en el suelo. La nota de Ciudadano que recopilé allí en el libro habla de eso, del pintor, que no puede volver atrás, que improvisa y mueve la lata y esa línea queda, y eso es lo que es, y eso también queda para siempre. .

En ese mismo ensayo escribo sobre el músico de jazz que improvisa. En el jazz la improvisación también tiene un valor inmenso, es lo que se llama el coro y cada músico brilla con su instrumento, sin salirse de lo que es la armonía. Se crea una línea melódica en el momento y si eso se graba, eso es lo que quedará. Mi escritura era un poco así en los años 90. A esto lo juego mañana, cito a Cortázar ahí en esa nota porque es “a esto lo juego mañana”.

-¿Cuál fue el vértigo de escribir?

-La mecanografía tuvo el vértigo del siglo XX. Por eso para mí es muy valioso rescatar estos escritos, mecanografiados, con la máquina de escribir, con esa imposibilidad de volver atrás, sin posibilidad de reescribir que uno tiene ahora.

-¿Qué método te hace sentir más creativo?

-Ese viejo método de máquina de escribir. Volviendo al título del libro, lo escribí cuando Argentina quedó fuera del Mundial 94 al dar positivo Maradona por dopaje. “Canción de la derrota” es esa derrota, cuando “le cortaron las piernas a Diego”, que es donde aparece todo un debate popular en ese momento, que medio inconscientemente puse en ese texto.

-Giraba en torno a la diferencia entre derrota y fracaso. ¿Una derrota implica un fracaso o son dos cosas distintas? Marcelo Bielsa dice que una derrota no es un fracaso.

Cuando Patricio lee el ensayo hoy, 30 años después, lo considera una alegoría política. Esa es una lectura que me parece muy válida, porque en ese momento, en el texto, no explícito el contexto, o sea, hay un tema de comunicación muy interesante. Me interesa, porque eran tiempos de derrota y nadie quería hablar de la derrota política. Habían pasado apenas cinco años desde la caída del Muro de Berlín y tres años desde la caída de la Unión Soviética. Llevábamos 4 años en el gobierno de Menem y nadie quería hablar de eso.

El año 94 fue justo cuando empezó a resquebrajarse la ilusión de que con el peso dólar íbamos a llegar a alguna parte. El peso dólar comienza a tambalearse por el Efecto Tequila y todo lo sucedido en México. Nuestra ilusión se disolvió, porque pronto las carrozas volvieron a ser calabazas, y los caballos volvieron a ser ratas, entonces uno dijo, ¡qué voto! ¡No voté por él! Nadie se atrevía a hablar de ello, la vida seguía como siempre, pero cada vez con menos dinero, menos esperanza y menos futuro. En ese contexto nos permitimos llorar por Diego, por el fútbol.

Dulzura

-El espíritu que está en el libro…

En el libro está la derrota de la clase trabajadora a manos del neoliberalismo. Patricio me dijo: tenemos que hablar de esto, hace 30 años que no nos atrevemos a hablar de esta derrota, y tenemos que hablar de esto así, como una canción. La derrota de clase. Derrota al juglar que viene con una guitarra y te cuenta el chiste. Hay que hablar de derrota de clases, porque lo que toda nuestra vida hemos llamado clase media es en realidad una clase trabajadora que supo progresar gracias a las políticas del Estado de Bienestar, que ahora ya no tenemos.

-¿El Estado de Bienestar es cosa del pasado?

-Por supuesto que es cosa del pasado. Entonces, hay una gran relevancia en ese título, eso es lo que propone el editor, porque es el momento en que las cosas quedan muy claras.

-Una contraportada que no sólo da nombre al libro, sino que también se puede leer hoy…

Perfectamente. Y se leerá con los ojos de hoy, como esa pesadilla premonitoria, como ese inconsciente colectivo que en ese momento nos habló simbólicamente, a través del deporte, a través de la metáfora, “nos cortaron las piernas”, “me cortaron las piernas”. las piernas”, y que ahora vamos a leer íntegramente. Vamos a poder leer el significado profundo de esa metáfora, y por tanto de ese título.

Título: Canción de derrota. Ensayos 1990-2023

Arte de portada: Germán Lavini

Diseño de portada: Nati Fessia

Editorial: 7 Vidas Ediciones

 
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