Queridos hermanos: Les agradezco que hayan compartido este libro conmigo antes de su publicación. Mientras cuentan la historia del libro en la introducción, veo que Óscar ha conseguido arrancar a su socio del mundo de la economía en el que le teníamos atrapado en esta casa., para devolverlo a temas más espirituales. Es hermoso que de la conversación espiritual de sus autores haya nacido un libro sobre la conversación en el Espíritu.
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Aunque el libro trata principalmente de la conversación en el Espíritu, que es la metodología adoptada en el camino sinodal, aprecio mucho que no se detengan en el método y su funcionamiento. Veo con satisfacción que ofrecen suficientes referencias históricas para que el lector pueda captar la profundidad y todo lo que este método pone en juego, para convertirse realmente en un Experiencia de escucha espiritual. Destacan que el método sinodal es una experiencia espiritual, en la que hablar y escuchar buscan hacer del Espíritu Santo el verdadero protagonista. Al seguir el hilo del libro, comenzamos a sentir que el camino sinodal que hemos emprendido como Iglesia constituye una experiencia espiritual personal, comunitaria y eclesial, y por tanto requiere del trabajo individual de cada uno en su interior.
La idea de conversación como “verter en el mismo canal común» merecería un mayor desarrollo. Entender así la conversación nos permite aportar diferentes puntos de vista para enriquecer el canal común. ¡Cuánto bien nos haría una mayor dosis de conversación en la vida cívica y en la vida eclesial! En la conversación en el Espíritu encontramos un modo de participación orientado a la comunión y a la renovación de la misión, que favorece la participación de todos y acoge en comunión y unidad la gran diversidad que somos.
Si cada uno permanece establecido en las posiciones previamente adoptadas, no habrá verdadera conversación, ni verdadera escucha del Espíritu. No encontrará nada que pueda aprender o asimilar de los demás. Y tendrá miedo de cualquier elección que implique cambios.
La conversación en el Espíritu, el discernimiento y la sinodalidad consisten, más que nada, en escuchar. El camino sinodal emprendido por la Iglesia es un camino de escucha profunda. La idea que sugieren de una “escucha abierta y vulnerable” que permita al Espíritu movernos y cambiarnos, hacernos elegir y conducirnos a cosas concretas es fundamental y muy necesaria. Si cada uno permanece establecido en las posiciones previamente adoptadas, no habrá verdadera conversación, ni verdadera escucha del Espíritu. No encontrará nada que pueda aprender o asimilar de los demás. Y tendrás miedo de cualquier elección que implique cambio. Porque sólo cuando nos escuchamos verdaderamente unos a otros salimos enriquecidos y profundizamos nuestra comunión y misión.
El capítulo sobre arreglos interiores me pareció particularmente esencial. Como he dicho en más de una ocasión, No pretendemos convocar un parlamento ni intentamos realizar una encuesta de opinión. Queremos caminar juntos como hermanas y hermanos, escuchando al Espíritu Santo. Él es el verdadero protagonista del Sínodo. La escucha del Espíritu requiere una cierta actitud interior. La conversación en el Espíritu, el discernimiento y la sinodalidad sólo pueden avanzar si buscamos vaciarnos de nosotros mismos para llenarnos del Espíritu; si nuestra libertad se libera de amarras materiales, ideológicas y emocionales, para permitir que el Espíritu nos dirija más eficazmente; si cultivamos en nosotros actitudes de humildad, hospitalidad y acogida, al mismo tiempo que desterramos la autosuficiencia y la autorreferencialidad. Sólo así se fortalecerá nuestra comunión y nuestra misión.
Queremos caminar juntos como hermanas y hermanos, escuchando al Espíritu Santo. Él es el verdadero protagonista del Sínodo. La escucha del Espíritu requiere una cierta actitud interior
Dedican su último capítulo al modo concreto de llevar a cabo la conversación en el Espíritu. En él explican el método, la forma de realizarlo, los aspectos a los que se debe prestar especial atención. Este capítulo no debe leerse como si fuera la culminación del libro. Todo método es un medio para un fin, no es el fin. El mismo Instrumentum laboris se refiere a la necesidad deAdaptar el método a diferentes situaciones para que sea realmente útil. La importancia de los capítulos anteriores radica precisamente en que permiten preparar y aplicar bien la metodología.
El Instrumentum laboris señaló la necesidad de entrenarse para la conversación en el Espíritu. Me parece que el libro que usted presenta proporciona materiales valiosos para este fin. Aprecio mucho su esfuerzo y estoy seguro que será de excelente ayuda en muchos ambientes eclesiásticos.
Que Jesús os bendiga y la Virgen os cuide y, por favor, no olvidéis orar por mí.
Vaticano, 21 de julio de 2023
*Prólogo del Papa Francisco, páginas 9-11 del libro de Juan Antonio Guerrero, SJ, y Óscar Martín López, SJ, “Conversación espiritual, discernimiento y sinodalidad”, publicado por la editorial Sal Terrae en 2023.
