Desde las 11:00, hora local, los asistentes podrán apreciar una hermosa historia de espionaje, con un extraordinario grado de emoción, así calificó el texto el escritor cubano Francisco López Sacha, al presentarlo en la recién concluida XXXII Feria Internacional del Libro de La Habana. .
En aquella oportunidad, López Sacha destacó la gran cantidad de referencias que aparecen en el volumen: musicales, literarias, artísticas, físicas, entre otras.
El sistema referencial abarca prácticamente la mitad del libro, subvierte la lengua española y juega con todos los términos de la lengua, significó.
A juicio del intelectual, estos referentes se vinculan para crear un cuerpo referencial que desarrolla y acompaña la trama de la historia: el de un piloto de Cubana de Aviación que momentáneamente pierde la vista y debe pedir permiso. Luego lo envían a los países nórdicos para un acuerdo comercial, ya que lo confunden con un superagente.
La estructura, añadió, está llena de matices, elementos poéticos y una sustancia muy particular en la caracterización de los personajes.
Encicloferia. Manos vacías es una novela abierta a toda la cultura humana que el narrador puede acumular y que al mismo tiempo explota, fragmenta, difunde, puntualizó.
López Sacha describió la obra de Nogueras, considerado el poeta más importante de su generación: es una excelente trama policial, una verdadera hazaña dentro del género que toca la novela, y al mismo tiempo un misterio que se abre camino y avanza en este cuerpo literario.
En su opinión, la novela es una proyección hacia un misterio que nunca podrá ser revelado, cuando se revela se convierte en una epifanía.
Por tanto, estamos ante una pieza que, aunque inacabada, vemos claramente su final, un final que también transforma al protagonista.
No me importa que la obra no haya terminado, dijo el eminente narrador, porque el lector la terminará. Aquí es muy visible el punto final que no pudo ubicar, pero que nosotros como lectores conocemos.
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