Recientemente, Ucrania afirmó que sus militares atacaron dos barcos de desembarco rusos durante varios ataques nocturnos en Crimea, junto con otra infraestructura utilizada por la marina rusa en el Mar Negro. Según un comunicado de este domingo, “las fuerzas de defensa ucranianas atacaron con éxito los grandes buques de desembarco Azov y Yamal, un centro de comunicaciones y también varias instalaciones de infraestructura de la flota rusa del Mar Negro en la Crimea temporalmente ocupada”.
Aunque no se comunicó específicamente cómo se lograron estos objetivos, Ucrania llevó a cabo uno de los ataques más masivos de los últimos meses. Según el gobernador ruso de Sebastopol, Mijaíl Razvozhayev, sólo hubo un muerto y cuatro personas heridas, además de diversas infraestructuras y barcos de pasajeros dañados.
En Kiev, un tercio de la flota rusa del Mar Negro ha sido destruida en sus manos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, principalmente mediante ataques nocturnos con drones. Y aunque gran parte de esta flota rusa se ha desplazado más hacia el este en medio de la ola de ataques, concretamente al puerto de Novorossiysk, es una realidad que Rusia ha ido solicitando progresivamente sistemas de armamento en los últimos días. Según el ejército ucraniano, Rusia perdió 44 sistemas de artillería en las últimas 24 horas, que se suman a los 6.876 tanques de combate desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, Rusia también ha intensificado significativamente sus ataques aéreos contra Ucrania en los últimos días. El viernes pasado, Moscú volvió a atacar Kiev y su sistema energético, mientras que el sábado afirmaron haber tomado una aldea en las afueras occidentales de Bakhmut, en el este de Ucrania. Asimismo, este domingo se profundizaron durante la noche los ataques con misiles de crucero y drones en la misma zona geográfica.
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