La separación de los actores. William Levy y Elizabeth Gutiérrez Han dado mucha tela para cortar y es evidente que se ha convertido en un tema de debate. La situación empeoró cuando Surgieron reportes policiales que resultaron en que las autoridades visitaran 4 veces a la residencia de la entonces pareja.
Las actitudes de Elizabeth y William provocaron que los agentes intentaran en repetidas ocasiones calmar la situación, hecho que no gustó nada al conductor. Lili Estefanquien opinó en el programa “El Gordo y la Flaca”, pese al agradecimiento que ha manifestado hacia ambos.
“La relación está ahora en una crisis total en la que incluso los niños están involucrados. Me imagino que los niños se desesperan y tratan de defender a su padre o a su madre, o protegerse, o entender la situación, o manejarla de la forma que han visto”, comentó.
Estas declaraciones surgen luego de que se supo que Levy tuvo una fuerte discusión con su hija Kailey por un presunto amante que la joven escuchó en la habitación de su padre. “Nos entristece ver el punto al que han llegado dos personas que han intentado amarse y no encuentran la manera. Qué triste y qué tóxico”. añadió.
Además, Estefan invitó a la familia a recibir terapia. “En lugar de ir a terapia llaman a la policía, como si la policía fuera a decirles: ‘esto es lo que tenéis que hacer’. No lo creo porque al final la policía no ha encontrado nada en cuatro informes… Difícil, difícil”.el Señaló.
El actor tiene un grave problema con el alcohol.
Los reportajes realizados por la periodista Tanya Charry del programa conducido por Lili Estefan y Raúl de Molina, destaparon la olla sobre las incómodas situaciones que viven los padres de christopher y kailey meses antes de su ruptura.
Dos de ellos Buscaban que el galán cubano bebiera licor, por lo que claramente es un Estado que no sabe controlar. La primera fue al regresar de una reunión con amigos, al llegar a casa, Levy pareció algo emocionado cuando la actriz le recriminó estar demasiado borracho. que portaba, esto provocó que se volviera un poco agresivo y Elizabeth recurrió a las autoridades.
La segunda vez fue aún más fuerte y esta vez el cubano optó por sacar su arma de fuego, la cual portaba en su cintura cuando llegó después de haber bebido demasiados tragos. alegando que su esposa le estaba siendo infiel, teoría que solo existía en su cabeza. La angustia de la estadounidense fue tan grande que tuvo que llamar una vez más a la policía local.
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