Bad Gyal, Quevedo, Rauw Alejandro o Karol G. Los criticados autoajuste está a la orden del día, superando opiniones contrarias para consolidarse como una herramienta capaz de exaltar los productos musicales. A nadie le sorprende, en pleno 2024, que muchos de los artistas que dominan las listas lo hagan reproducción en sus conciertos y añaden a sus canciones efectos oníricos que son incapaces de reproducir con sus cuerdas vocales.
Cher cambió el futuro de la industria con Creeruna canción lanzada en 1998 con la que demostró que el autoajuste no estaba directamente relacionado con una menor capacidad vocal. Desde entonces, su recurso se ha aplicado a todo tipo de géneros, aunque tiene mayor presencia en los grandes golpes que marcan la década (casi todos con matices de reggaeton y trampa). ¿Qué hubiera pasado con Milli Vanilli si se hubieran juntado en la situación actual?. ¿El público se habría sorprendido al saber que sus canciones no fueron interpretadas por ellos o habría sido considerado un ejercicio distópico y contracultural por parte de la industria?
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‘Qué niñas tan valientes’, la hermana pequeña de ‘Fleabag’ que ironiza la tendencia de ir a terapiaLa película de Verhoeven presenta una simplicidad a veces inhóspita en algunos de los película biográfica actual: Es lineal y conciso en cuanto a la información que proporciona a la audiencia. No se pasa con la pomposidad de la historia y cumple lo prometido: contar al espectador el ascenso y caída de un dúo (no tan dinámico) que conoció de primera mano las dudosas prácticas de una industria ávida de fama y dinero.
Milli Vanilli no cantaba sus propias canciones, un pequeño hecho insignificante que acabó por arruinar la carrera que Farian les había creado. Todo empezó con Chica, sabes que es cierto, el sencillo con el que lograron vender más de siete millones de copias en todo el mundo, pero que supuso un gran reto a la hora de trasladarlo a los escenarios. Mientras Rob y Fav se codeaban con los sellos discográficos más prestigiosos de Los Ángeles y comenzaban a cosechar los frutos de su rápido ascenso a la fama (a través del sexo, el alcohol, las drogas y el despilfarro monetario), su productor estaba en Alemania grabando las canciones de su próximo Álbum con músicos.
El pastel fue descubierto poco después. ganar el Grammy al ‘Mejor Artista Nuevo’ en 1990, un bochorno que todavía se recuerda, aunque todo es más complejo que un simple fraude. El dúo, abrumado por el reproducción que llevaban a cabo en las giras americanas, le había contado a Farian su deseo de empieza a grabar tus propias cancionespropuesta que fue refutada por miedo a perder la notoriedad conseguida.
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