Hugh Welchman y “La vida de Jagna”, actores pintados al óleo

Hugh Welchman y “La vida de Jagna”, actores pintados al óleo
Hugh Welchman y “La vida de Jagna”, actores pintados al óleo

El estado de la novela. Agricultores (clopi es su título original), escrito por el polaco Wladyslaw Reymont y publicado en cuatro partes entre 1904 y 1909, es muy diferente en Polonia y el resto del mundo. Mientras en su país natal se publica el extenso libro (casi mil páginas), ganador de un premio Premio Nobel de Literatura en 1924, Suele enseñarse en todas las escuelas como material de estudio, hace tiempo que dejaron de aparecer en las estanterías ediciones en otros idiomas y el texto ha llegado a ser reconocido sólo por los amantes acérrimos de la literatura europea del siglo XX.

Esa es precisamente la obra literaria que el británico Hugh Welchman y la polaca Dorota Kobiela, el dúo de directores de Amar a Vicente (2017) – el enorme éxito de la película de animación para adultos basada en la vida y obra del famoso pintor holandés Vincent Van Gogh-, adaptado para su segundo largometraje juntos como guionistas y directores. Casados ​​en la vida real y colaboradores artísticos, los Welchman (ella cambió su firma cinematográfica por la de DK Welchman) llevó a la pantalla la historia escrita por Reymont hace más de un siglo, nuevamente con el estilo de animación particular basado en la actuación de actores de carne y hueso que hicieron de su anterior trabajo un éxito internacional.

con el titulo la vida de jagnauno de los personajes centrales de una novela puramente coral, la película de casi dos horas que estrena este jueves 6 en salas de cine recorre una de las principales subtramas del texto: la de Jagna, una bella joven campesina cuya soltería es el punto de atracción de casi todos los hombres del pueblo, entre ellos el joven Antek, casado con otra mujer, y su padre. Maciej, padre de familia y el mayor propietario de tierras cultivables de la región. El de los Welchman es un relectura definitivamente feminista del texto original, convirtiendo a Jagna en una víctima directa de la violencia patriarcal, aunque ofreciéndole al final del camino una remota posibilidad de empoderamiento.

En comunicación exclusiva con Pagina 12 Desde Polonia, Hugh Welchman recuerda que, aunque barajaron varias posibilidades como el próximo proyecto tras Amar a Vicentela adaptación de Agricultores Siempre fue la primera opción. “Queríamos contar una historia que tuviera a una mujer como protagonista, y que además Pertenecía a la cultura polaca. DK estaba muy interesado en la historia de Jagna ya que tenía una impacto muy fuerte a nivel personal, en parte por la zona en la que creció”.

Como en la película anterior, rodar con actores reales en decorados especialmente diseñados fue el punto de partida de una meticuloso trabajo de pintura al óleo realizado por un gran número de artistas plásticos. El resultado, como en Amar a Vicentegenera la sensación de presenciar una serie de pinturas que cobran movimiento y, por tanto, vida.

Welchman recuerda que su compañero estudió en Polonia “la historia del arte de su país, y conoce muy bien a esos pintores polacos que, sinceramente, la mayoría de la gente aquí desconoce. Me refiero a los grandes maestros de la pintura polaca. Hacer la película fue una forma indirecta de dar a conocer esas obras al mundo. Se temía que el resultado fuera demasiado polaco y no universal. Recuerdo que me regaló un ejemplar antiguo del libro, una edición de 1943, la última edición publicada en inglés, ya que lamentablemente no hablo ni leo polaco. Por supuesto que es una obra maestra, pero cuando la leí lo que más me llamó la atención fue sentir que las descripciones de Reymont eran muy pictóricas. Como si estuviera describiendo un cuadro al óleo. Los colores, las texturas, la forma en que describe el mundo. Lo interesante es que éste es precisamente el realismoel movimiento realista en la pintura, y es también la forma en la que identificamos visualmente la idea de un grupo de campesinos del siglo XIX”.

-No hay muchas fotografías de campesinos de esa época.

-Exactamente, nadie se tomó la molestia de tomarle fotos a esas personas. Las imágenes fotográficas de esa época son en gran medida de gente rica o trabajadores urbanos, pero los campesinos fueron ignorados. Quienes no ignoraron a los campesinos fueron los pintores; Hay que ver toda la serie de cuadros que reflejan la vida en el campo francés o español, por ejemplo. También el polaco. Imágenes que reflejan la vida del campesinado. De todos modos, una forma clara de honrar el estilo de prosa de Reymont fue hacer la película de esta manera. Si nos hubiésemos adaptado… no sé, La tierra, de Émile Zola, hubiéramos hecho una película con actores y listo. Pero hay que recordar que el Premio Nobel que le dieron a Agricultores –y el Premio Nobel suele concederse a toda una carrera literaria, no a una sola obra– se concedió precisamente porque El libro logra resumir todos los aspectos humanos, del nacimiento a la muerte, y temas como el amor y la guerra, en el marco único de un pequeño pueblo rural, con un estilo poético descriptivo nunca antes leído. Por suerte, el impulso de la película hizo que una gran editorial como Penguin la volviera a publicar en inglés en un solo volumen, tras casi ochenta años de estar descatalogada.

-¿Cómo fue el proceso de adaptar la novela, que es muy extensa, compleja, con muchos personajes, a una película de dos horas?

-En principio, Reymont dedica mucho espacio a la descripciones, por lo que cuatro páginas del libro se transformaron en una simple pintura. Ésa es una de las razones por las que el texto era ideal para llevarlo a la animación al óleo, su estilo descriptivo, que puede condensarse. Por otro lado, el libro narra un año en la vida del pueblo, atravesando las cuatro estaciones, y es una pieza coral con aproximadamente treinta caracteres, algunos más importantes que otros. Es la historia de todo el pueblo, pero también incluye en el centro una especie de cuadrilátero del amor, que es lo que el lector suele recordar del libro mucho después de leerlo. Eso y el linchamiento de Jagna en el final. Ese cuadrilátero de pasión y celos era ideal para adaptarlo a una estructura cinematográfica de tres actos, así que siempre supimos que nos íbamos a centrar en eso y que Jagna sería la protagonista. El guión se escribió a partir de ahí, dejando de lado subtramas como el de las escuelas alemanas o rusas y varios personajes secundarios. Pese a eso, el primer corte con los actores, antes de iniciar el proceso de animación, duró demasiado, por lo que, con lágrimas en los ojos, tuvimos que dejar fuera del montaje final varias escenas y personajes que nos encantaron. Pero lo más importante fue la emoción creada por Jagna, y el resto tuvo que ser esculpido en torno a eso. Como cineastas tuvimos que tomar decisiones dificiles para que la película no perdiera su rumbo.

-Sí OK la vida de jagna no se creó con el método tradicional de la rotoscopia, en la que se dibujan actores de carne y hueso sobre los fotogramas, la técnica que utilizan puede entenderse como una descendiente más o menos indirecta. ¿Cómo describirías ese proceso y qué posibilidades creativas te ofrece?

-No tengo nada en contra de la rotoscopia y creo que todas las objeciones que se suelen poner contra ella, como la idea de que no es realmente animación, son loco. Pero nuestro trabajo es otra cosa, diferente. Nuestros artistas son tan buenos que simplemente ver a los actores reales en una pantalla les permite comenzar a pintar, recreando el estilo visual requerido en el lienzo. Son pintores profesionales, por supuesto, de altísimo nivel. Los artistas que en el siglo XIX iban a retratar a un grupo de campesinos no los creaban desde su imaginación, estaban ahí pintando a personas reales que estaban frente a ellos. Eso es exactamente lo que hicieron nuestros artistas: pintar personas reales, Están solo en una pantalla. Evidentemente sería imposible hacerlo con actores en vivo, ya que cada fotograma dura unas cinco horas de media. Por suerte contamos con elementos tecnológicos que nos permiten hacerlo y eso hubiera sido inimaginable hace apenas veinte años. La verdad es que se podría hacer de forma digital, pero el resultado no sería tan bueno. Para mi esa es la razón por la cual La pintura al óleo es la gran forma de arte pictórico. Hay una razón por la que existe desde hace seiscientos años: es muy sutil. Es como comparar algunas reproducciones del Mona Lisa cualquiera La noche estrellada con los cuadros reales: no es casualidad que la gente siga haciendo cola para verlos, hay una especie de intercambio artístico que no se da de otra manera. Esa es la magia y el genio del artista.

-¿Cómo diriges a los actores sabiendo que el resultado final no será lo que la cámara esté grabando, sino un paso previo?

-En Amar a Vicente Fue un poco diferente, porque las imágenes tenían que corresponder a las pinturas de Van Gogh. Pero incluso en esa película, y también en la vida de jagnaEl 95 por ciento de las acciones tienen que ver con encontrar la verdad de los personajes. El trabajo de los actores es encontrarlo y transmitirlo a los espectadores, no pensar en las pinturas, en cómo se verán finalmente. Si hicieran eso, no estarían haciendo su trabajo. Hoy en día, la mayoría de los actores han tenido experiencia filmando con pantalla verde de fondo, interactuando con criaturas que no existen en paisajes inexistentes. Esto es similar, aunque el resultado es diferente.

 
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