El fotógrafo que captura la esencia de la oscuridad y la nostalgia – .

En el bullicio de la ciudad de Bogotá, donde La vida es agitada en cada esquina, reside un artista singular: Alexis Cañón, un hombre de 39 años que vive solo en un departamento del sector Los Nogales en la localidad de Suba. Sus raíces se entrelazan entre Boyacá, la tierra de su padre, y Quindío, el hogar de su madre, y cuando habla de ellas lo hace con nostalgia y dolor porque ya no puede verlas.

Este bogotano ha dedicado más de una década en la fotografíaa través del cual lleva a quienes lo ven a un viaje a través del tiempo y las emociones.

Alexis, apasionada por captar los contrastes de luces y sentimientos, encuentra en cementerios y paisajes oscuros su musa. Más allá de buscar la belleza convencional, su objetivo es captar la esencia de la tristeza, el vacío y la melancolía que envuelven estos lugares.

Para él, cada tumba y cada escena oscura es un lienzo en blanco para reflexionar sobre la vida y la muerte, ssiempre con profundo respeto para los que ya se han ido.

Su pasión por la fotografía nació desde temprana edad, pero su verdadero amor lo encontró en los lugares más inesperados: los cementerios. hace 15 años comenzó su viaje fotográfico en estos espacios sagradosbuscando capturar las historias escondidas entre las tumbas abandonadas.

En un recuerdo que data de hace 15 años, un celular Motorola V3 marcó el inicio de su pasión por la fotografía. Inspirado por las revistas y el apoyo de una novia, Se aventuró a comprar su primera cámara, una Canon T3. La curiosidad lo llevó entonces a explorar lugares insólitos como los cementerios, inspirándose en imágenes cinematográficas del Conde Drácula.

Recuerda que empezaba a oscurecer y se sintió feliz. Quería ir, entonces, al cementerio y entre el atardecer y las tumbas olvidadas del cementerio de Cucaiba, Boyacá, comenzó a tomar capturas y capturas, y revisando detalladamente cada imagen encontró una conexión única que le permitió reflexionar sobre el significado de la vida y la muertetransformando lo que para muchos era insignificante en algo digno de resaltar.

“Elijo vivir feliz, y cada vez que miro una tumba, cada vez que veo un ramo de claveles o de rosas en una cripta o en una lápida, ahí es donde encuentro el simbolismo de que hay vida en la muerte”, expresa . con fervor.

Por ejemplo, el cementerio El Paraíso, ubicado en la zona cercana a la calle 80, se erige como un remanso de paz y belleza. YEntre sus sinuosos caminos se encuentra un tramo especial dedicado a los niños, donde el instinto de este fotógrafo lo impulsa a capturar imágenes de las tumbas.

En su casa, Alexis ha creado un espacio dedicado a su arte. Decoré un rincón de su apartamento en colores oscuros con una computadora, un sistema de sonido y un disco duro donde albergan un archivo fotográfico que abarca más de una década de trabajo.

Con una serenidad que emana de cada gesto y mirada, Alexis se muestra como una persona que transmite calma. El paseo pausado de ella y su voz suave refleja un hombre libre de preocupaciones y vive cada momento con tal tranquilidad que para él parece detener el tiempo.

Había un árbol grande, caían hojitas y mi mente se abrió. Dije: ‘esta es la foto’

Con una sonrisa de satisfacción, describe cómo capturó la imagen: “En Paipa, Boyacá, tengo una foto de un cielo estrellado, que involucra noche, estrellas y niebla. Era una foto compuesta por tres elementos que para mi es uno de los mas bonitos que he tomado. Desde las 8:30 de la noche hasta las 11 de la noche hice más o menos 200 capturas para conseguir esa foto”.

Dice que estaba en el campamento, se sentía súper cansado y con mucho frío. En ese momento vio que la niebla se iba debajo de la montaña, entre pequeños cerros, y el cielo estaba lleno de estrellas. “Había un árbol grande, caían hojitas y mi mente se abrió. Dije: ‘Esta es la foto’.

Su fascinación por los cementerios va más allá de la estética. Para él, estos lugares representan un portal a la reflexión sobre la vida y la muerte.

Y tal vez por eso añora el momento de tomarse algunas fotos en la zona histórica del cementerio central, donde está prohibido. capturar momentos particulares que ocurren allí, y cuyos protagonistas son visitantes, familias que lloran la partida de un ser querido, o incluso trabajadores que caminan con sus herramientas por el cementerio.

El arte gótico de este cementerio no es sólo una estética para Cañón, sino también una forma de conectar con la solemnidad de la muerte. De hecho, su obra busca transmitir esa conexión y mostrar la belleza en lo oscuro y lo olvidado.

Pero más allá de los cementerios, la música, especialmente el rock y el heavy metal, también es fuente de inspiración para Cañón. A través de su lente, captura la energía y la rebelión de estos géneros musicales, creando imágenes vibrantes y llenas de movimiento.

Alexis Cañón es un artista en constante búsqueda. Su obra es una invitación a reflexionar sobre la belleza que se esconde en la lugares más inesperados. Y aunque no vive de la fotografíaesta profesión es su pasión, es lo que lo impulsa a seguir explorando nuevos caminos y compartir su visión única del mundo con los demás.

“Tengo mi trabajo durante la semana. ‘Heredé un negocio de mantenimiento de puertas de mi padre y llevo allí tres años.En el momento en que murió abrazándome y me ha ido muy bien, tengo lo que necesito en ese sentido, bueno, aunque me encanta la fotografía, no me alcanza para vivir”.

La obra de Cañón no es sólo un testimonio de su talento artístico, sino también un valioso archivo histórico que documenta laa evolución de los cementerios y la cultura funeraria en Bogotá y en Colombia. Su legado perdurará en el tiempo, inspirando a nuevas generaciones de artistas a explorar la belleza en la oscuridad y reflexionar sobre la existencia humana.

“Sueño con envejecer con mi cámara al cuello, recorrer los rincones de Colombia y los cementerios captando a través de sus imágenes la esencia de su gente, su cultura y sus tardes sombrías”, dice Alexis Cañón.

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EDITORIAL BOGOTÁ

OSCAR REPISO